Amanecía en Portonovo tras una fría noche y allí estaba. Una cabra aparecía en la mañana de este domingo abandonada y atada en una farola junto a la rotonda de Baltar. En ese momento, los miembros de Emerxencias Sanxenxo que la localizaron recordaron que cerca de allí, una vecina tenía una cabra de ese mismo color y la llevaron hasta su casa. En ese momento, la propietaria comprueba que su animal seguía en su finca y entonces saltó la pregunta... ¿de quién es esta cabra?
Todo hacía pensar que podría tratarse de Blanquita, la cabra robada en la parroquia de San Vicente de O Grove a mediados del mes de enero y cuya familia denunció su desaparición, ofreciendo incluso una recompensa para dar con su paradero. Sin embargo, minutos después, esa opción queda descartada tras dar con el que parecía ser su dueño, un vecino de Portonovo que, tras las pertinentes comprobaciones, llega a la conclusión de que tampoco le pertenecía, por lo que de nuevo, resurge la posibilidad y la esperanza de que sea la cabra meca.
Inmediatamente, la familia se desplazó a la sede de Emerxencias Sanxenxo, en Adina, donde se encontraba el animal a la espera de que fueran a buscarlo, pero finalmente confirmaron muy a su pesar, que tampoco se trataba de Blanquita, a la que su familia continúa buscando para que regrese a su hogar, donde nació criada a biberones y donde la quieren como un miembro más.
La familia de la cabra robada en San Vicente de O Grove continúa buscando a Blanquita para que regrese a su hogar
Tras la desilusión y el revuelo, allí quedaba esta cabra blanca, que horas más tarde fue recogida por un vecino que, ya sí, se la llevó de vuelta a casa.