Las emergencias rescataron a un buzo que había perdido su embarcación en el entorno del islote de Pedregoso, en A Illa de Arousa. Ocurrió en la tarde del domingo y fue decisivo un velero que lo vio pedir ayuda.
El hombre se había trasladado a la zona en una embarcación de unos 5,10 metros de eslora, semicabinada, como había hecho otras veces. Tras dejarla fondeada, se lanzó al agua.
En una de las ocasiones en que regresaba a la lancha, se encontró que esta no estaba. Según Salvamento Marítimo, con los fuertes vientos de la jornada y la corriente, había perdido del fondeo. En la embarcación estaban todas sus pertenencias, incluido el teléfono móvil, el que era único medio para alertar de su situación.
Eran alrededor de las cinco de la tarde, con pocas horas de luz por delante y con condiciones que “no acompañan”, valoran desde Salvamento: fuertes vientos del nordeste y sensación térmica dura. Sin embargo, las opciones de llegar a nado a algún otro lugar no eran viables. El buzo conocía la zona y valoraba que tal vez lo podrían ver desde alguna batea, pero, “aún así, se prepara para lo peor y visualiza un sitio donde podría pasar la noche”. “Lleva el neopreno, pero ocho horas con sensación térmica inferior a cuatro grados” plantea una situación “al límite de la supervivencia”.
Hacia las 19 horas, un velero que cruzaba la zona vio al buzo, en el islote de Pedregoso, pidiendo ayuda con los brazos. El barco no pudo acercarse demasiado, aunque logró comunicarse. El 112 y Salvamento Marítimo se coordinaron, solicitaron al velero que permaneciese en la zona si era posible dentro de condiciones de seguridad, mientras el centro de Fisterra movilizó a la Salvamar LS Hermes de Cruz Roja, que rescató al hombre “en buen estado”, llegando a tierra a las 21:35.