La oposición a la peatonalización de la Praza de Asorey se ha transformado en más de 500 firmas que registrarán mañana para pedir al Concello su reapertura al tráfico y la adopción de medidas a mayores para la zona, relacionadas principalmente con seguridad, limpieza y aparcamiento. Los impulsores de la recogida son un grupo de comerciantes y hosteleros y explican que decidieron iniciarla para constatar la existencia de un “malestar general” y, de hecho, “firman veciños a favor do peche, pero non coas formas”, aseguran.
Residentes y repartidores se han sumado a una iniciativa que asegura que la reorganización del tráfico, la eliminación de plazas para aparcar y los cambios en las zonas de carga y descarga, moviendo todo a la Avenida de Madrid, están siendo perjudiciales para la marcha de los negocios y la vida cotidiana de esta zona, donde además están los juzgados, el Inem y el IES Cabanillas está cerca.
Consideran que las medidas anunciadas por el concejal de Seguridade Cidadá e Obras, José Ramón Abal Varela, no solucionan la situación y piden, en todo caso, abrir una vía de diálogo porque “la decisión fue tomada sin consenso, sin previo aviso y sin haber realizado un estudio del impacto que tendría”, lamentan. Recuerdan que, aunque a penas son cien metros, la plaza era el último espacio sin peatonalizar de Fefiñáns y es donde confluyen las calles con más comercios y establecimientos hosteleros.
Con todo, como primer paso reclaman recuperar la movilidad y quitar las jardineras con que se impide el acceso de los coches porque aseguran que “han ocasionado accidentes” y, en todo caso, “hai outras maneiras de facer as cousas, poñendo por exemplo uns pivotes dos que suben e baixan”, añadió una de las firmantes para demostrar que “todo isto se fixo sen unha planificación previa e sen pensar nas consecuencias”.
Asimismo aprovechan para presentar otras demandas como “mejorar la limpieza” de las calles, recolocar contenedores de basura y establecer una recogida por horario para “salvaguardar la higiene de la zona”, además de la implantación de un servicio de recogida puerta a puerta “principalmente en la hostelería”. También solicitan limitar la velocidad a 20 kilómetros por hora en la plaza, Valle-Inclán, Fonte de Fefiñáns y Avenida de Madrid, así como devolver la zonas de carga y descarga y mantener la de Madrid. En cuanto al aparcamiento, piden recuperar las plazas eliminadas y crear nuevas exprés para la farmacia –una medida prevista–, de discapacitados y para el hotel, además de ampliar el parking público de la Avenida do Salnés. Proponen negociar con fincas aledañas, acordando con sus propietarios dejarlas libres en la Festa do Albariño, pues logran un beneficio en esas fechas.
Los afectados se quejan de que han conocido el borrador de medidas a través de los medios y que les suscitan dudas que no les resuelven, pues acusan al edil de no querer reunirse más que con Zona Centro, que “está ben, pero hai veciños afectados e comerciantes que non son socios”. De hecho, señalan que han acabado trasladando sus quejas a sus socios, el alcalde, Samuel Lago, y al concejal de Comercio, Tino Cordal.