Unos gritos y un fuego en el acceso del garaje hacia la calle despertaron la alarma ayer en uno de los edificios del callejón Loureiro de Ribadumia, en una zona comprendida entre la capilla de Barrantes y el mercado municipal. Un hombre había rociado de gasolina un coche que salía y le había prendido fuego. El conductor resultó ileso, pero siguió una discusión entre ambas personas que acabó con el supuesto incendiario detenido.
El suceso ocurrió sobre las seis de la mañana. Según indicaron fuentes oficiales, ambos protagonistas son vecinos. El que conducía el coche habría visto ya llegar al otro y sus intenciones y pudo salir del coche a tiempo. Porque el que terminó detenido arrojó gasolina hacia el interior del vehículo, por la ventanilla, y a la carrocería y prendió fuego. Las llamas no llegaron a herir a nadie, pero causaron daños al automóvil.
El uso de unos extintores por unos particulares permitió atajar las llamas. Estaban prácticamente extinguidas a la llegada de los Bombeiros do Salnés, del parque con base en este mismo municipio ribadumiense.
De entrada no se descartaba ninguna hipótesis, pero pronto una cobró fuerza sobre las demás, ya que fuentes próximas a la investigación apuntaron a que el supuesto autor del fuego sufría algunos problemas psiquiátricos.
Avanzada la mañana la situación terminó normalizándose en la zona, con la sola presencia de una empresa especializada en el mantenimiento de los extintores que habían sido vaciados.