8º-12º
viernes | 31 enero | 2025
La empresa Charging Together está con el acta de replanteo para crear la red de carga de coches eléctricos que desplegará por O Salnés con 12 estaciones. Su previsión es que todos, o por lo menos la mayoría, estén funcionando en verano y serán ultrarrápidos, permitiendo “llenar” un depósito estándar en 20 minutos. La inversión supera los dos millones de euros.
La Mancomunidade está en contacto permanente con esta firma, ganadora del concurso que abrió ofertando la ocupación de suelo público para dotar a la comarca de este servicio que “será un auténtico reclamo turístico para quien tenga coche eléctrico porque está supeditado a tener puntos de carga y que sean rápidos, no puede estar ocho horas esperando, como sucede con los domésticos”, explicó su gerente, José Ramón García Guinarte.
La adjudicataria, una alianza empresarial entre Iberdrola y la petrolera británica BP, mejoró la potencia exigida en el pliego de condiciones, ofreciendo modelos de carga ultrarrápida de 400 kW, lo cual permitirá llenar un depósito medio en 20 minutos y convertirá la red saliniense en “una de las más importantes del noroeste español”, destacó el responsable comarcal.
La idea de la empresa es que, si todo macha según lo previsto, las estaciones estén funcionando mayoritariamente antes del verano. La Mancomunidade está muy satisfecha con el impulso de esta iniciativa, pues, aunque el vehículo eléctrico todavía no ha seducido totalmente al ciudadano medio, dado su elevado coste y alto plazo de amortización, es un servicio de futuro impulsado por las administraciones.
Pero además, el alquiler de los espacios públicos, por decirlo de algún modo, le reportarán un total de 43.000 euros al año que, teniendo en cuenta la duración máxima del contrato –20 años con la prórroga–, supondrá 800.000 euros limpios, pues no tendrá ningún coste para los ayuntamientos.
Los nueve que forman la entidad aprobaron hace meses la concesión de los espacios públicos necesarios para que la empresa los explote a modo de concesión y, de hecho, el canon se calculó como un 6% del valor de los terrenos.
Cada uno tendrá una estación, dotada con dos puntos de carga, aunque Vilagarcía, Sanxenxo y O Grove han pedido dos, lo que hace el total de 12. En la ciudad arousana estarán en el aparcamiento de Fexdega y en Rosalía de Castro, junto al Museo do Ferrocarril; en la villa meca se ha elegido la confluencia de la Rúa da Praza con la Avenida de Beiramar y la calle Castelao, mientras que en Sanxenxo, una estará en Portonovo (Rúa Río Baltar) y otra en el Auditorio Emilia Pardo Bazán.
Cada electrolinera irá acompañada de dos plazas de aparcamiento reservadas para el servicio y en cuanto a las ubicaciones en el resto de ayuntamientos, la de Vilanova estará en la Praza do Cabo; A Illa la tendrá en Valle-Inclán; Meis, en la Avenida Médico Paz García; Ribadumia, en Espadeiro, Barrantes; Cambados, en la Avenida de Madrid y Meaño, en Rúa Ponte Dena, en la PO-550.
El adjudicatario se queda con el beneficio de la explotación y deberá encargarse de todo, desde obtener los permisos, hasta pintar los aparcamientos y por supuesto, de la infraestructura eléctrica y de equipamientos de los puntos de carga, así como de su mantenimiento. También de implantar una plataforma digital para su gestión, así como una aplicación móvil.
Según el pliego de condiciones, con esta, el usuario podrá localizar las electrolineras; hacer el pago con tarjeta; reservar con una antelación de 30 minutos; gestionar la recarga y revisar la energía consumida; filtrar los puntos en un mapa según diferentes criterios, como el de disponibilidad y tipo de conector, así como planificar rutas con una herramienta que, indicando el destino y el origen y nivel de carga, optimizará automáticamente la ruta de viaje y sus recargas.
