Fue en 1923 cuando la Guía Michelín introdujo los hoteles y restaurantes en su listado de recomendaciones. Hoy en día esta guía y, sobre todo, reflejar tu nombre en ella, es el sueño de muchos hosteleros que dedican su vida a los fogones.
La popularidad de la Guía no llegó tan deprisa, fueron las estrellas uno de los puntos diferenciales que hoy reconocen la calidad gastronómica de cientos de locales en el país. Estas llegaron poco después de la inclusión de la hostelería, en 1926, y cinco años más tarde se estableció la jerarquía de una, dos y tres estrellas.
Los astros funcionan como calificativo de calidad, de profesionalidad y de éxito, y como no podría ser de otra forma también han llegado a la comarca de O Salnés. Hasta ahora son dos los establecimientos que han sido reconocidos con estas estrellas, cumpliendo con los requisitos que establece el organismo, entre ellos calidad de los productos, dominio de técnicas culinarias, armonía de sabores, personalidad y regularidad en su trabajo de calidad.
Sus nombres ya resuenan por su indiscutible fama. Estos son los dos locales que cuentan actualmente con estrellas Michelín en la comarca:
El chef Daporta se jacta con una estrella Michelín bajo el brazo por una cocina de alto standing. Para él, su propuesta se traduce "en el buen gusto y el sentido común" y muestra su absoluta lealtad al entorno, para lo que acude tanto al litoral de Cambados como a los productos de sus huertas.
Este restaurante abrió sus puertas en el año 2005 en un edificio histórico del centro del municipio cambadés y tres años después, en 2008 recibió una estrella Michelín haciendo honor a su trabajo impecable en cocinas. "Queremos que nuestra cocina identifique nuestra situación, nuestro origen, Cambados, y transmitírselo así al cliente con nuestros platos", explican desde el restaurante.
Quizás el más reconocido de la zona no por una, sino por sus dos estrellas que se rinden ante una cocina excepcional.
"En su comedor de aire minimalista, vestido con bellas obras escultóricas que nos hablan de la luz interior de las personas, descubrirás una cocina "Km 0" que, a través de tres menús; Ronsel, Marexada y Descuberta", así los define la compañía de neumáticos, mientras que desde Culler de Pau se consideran unos "intérpretes de nuestro territorio", capaces de hacer sentir al comensal la propia tierra a través de sus productos.
El chef, Javier Olleros, recibió también una estrella verde Michelín, una distinción creada con el fin de recompensar a los restaurantes de la Guía más comprometidos con la gastronomía sostenible. Para obtenerla se tienen en cuenta: la atención prestada al origen de los productos, al respeto de la estacionalidad, pasando por el equilibrio y la composición de los menús, el trabajo en la gestión de los residuos y de los recursos del restaurante, o incluso la capacidad del chef para sensibilizar a los clientes y a su equipo sobre su enfoque sostenible.
Pero, ¿son estos los dos únicos locales reconocidos en esta Guía? No, la compañía Michelín también refleja en su listado restaurantes que demuestran cumplir altos niveles se exigencia aunque estos no sean reconocidos con la anhelada estrella.
Solo en O Salnés podemos encontrar casi una decena de restaurante recomendados por la Guía:
Como no podía ser de otra forma las almejas mandan en Carril, como también lo hacen en esta cocina familiar que apuesta por una cocina actual de temporada y base marinera en honor a las aguas que bañan esta parroquia arousana. Su oferta es sencilla, una pequeña carta y un menú degustación con el mar como protagonista; Onde o mar me leve.
Este local, ubicado en el centro del municipio muy cerca del parque Torrado, se decanta por una ligera fusión entre la tradición y ese pequeño toque de vanguardia. Aunque el marisco es también uno de los protagonistas en sus platos - ya solo por la zona en la que se ubica - también apuesta por bastantes productos a la brasa. Su menú degustación cuenta con 8 pases y solo se puede consumir con reserva anticipada.
De nuevo en Cambados y esta vez en primera línea de playa encontramos este restaurante-marisquería tradicional caracterizado por su estética arraigada a la tierra, tanto en la vajilla como en los detalles del lugar. Desde la Guía destacan sus pescados y mariscos, pero también sus empanadas, especialmente la de vieiras.
Cruzamos la ría y llegamos a O Grove donde se puede encontrar este restaurante “íntimo, acogedor, de larga tradición familiar”, tal y como lo definen desde el grupo Michelín. Una vez más el marisco como protagonista, algo que se entiende vista su ubicación estratégica a pocos metros del puerto de O Grove.
Saliendo del concello grovense en dirección Ardia, se encuentra la marisquería D'Berto, a quienes se los reconoce por una buena oferta de bivalvos y otros grandes clásicos, como el Bogavante frito o la Centolla vaga.
La Brasería Sansibar se suma también a este municipio, convirtiendo así la zona en una mina gastronómica. En este caso se trata de un restaurante familiar en el que todo gira en torno a la brasa de encina y el mejor producto autóctono, con carnes gallegas y pescados de las lonjas locales. Este se encuentra ya en las afueras del municipio, en una zona poco transitada y que puede incluso pasar desapercibida, cerca de la popular playa de A Lanzada.
Prácticamente tocando el arenal de Silgar, en Sanxenxo, se puede visitar este clásico, pero refinado restaurante con cocina tradicional de raíces gallegas, toques actuales, buen producto y una amplia lista de vinos, según indican desde el establecimiento.