Los sanxenxinos despidieron el 2024 a golpe de los tradicionales chapuzón solidario y quema de calendarios que se hace coincidir con las campanadas anticipadas que estuvieron muy concurridos. Fue con este último, organizado por la asociación O Cubreiro y el Ayuntamiento de Sanxenxo y que se desarrolló en la Praza Pascual Veiga, con el que se empezó a decir adiós al año al que le faltaban doce horas para finalizar. Desde las once de la mañana fue una charanga la encargada de amenizar y dar ambiente festivo a ese entorno para una hora después dar la bienvenida de manera simbólica al Año Nuevo.
Cada asistente acudió con el ingrediente que deseó ingerir para atraer la buena suerte durante el 2025, ya fuesen cacahuetes, aceitunas, uvas, chocolatinas, pasas, gominolas u otros, que devoraron al son de las doce campanadas del consistorio, y seguidamente brindaron con el espumoso servido por cortesía de los locales próximos a la plaza.
Luego llego un momento en el que Sanxenxo fue pionero hace una década y que consistió en la tradicional quema de calendarios, que están copiando en otras localidades y con el que, de forma simbólica, se pretende dejar atrás los aspectos más negativos del año que estaba en las postrimerías y que el fuego purificador contribuyese a que los próximos doce meses lleguen cargados de ilusiones y nuevas esperanzas para todos los vecinos y cuantos se acercaron a celebrarlo. También a partir de las 12.00 y durante una hora hubo un grupo de animación en la plaza para amenizar la despedida de 2024.
Ya por la tarde tuvo lugar el chapuzón solidario, organizado por Susana Villalustre y Paula Torres en la playa de Silgar, a la altura de la Rosa dos Ventos. Durante la hora previa al evento se realizaron las inscripciones, que fueron numerosas, y se recogieron sus donaciones o aportaciones económicas, que en su integridad se destinarán a ayudar a la investigación del cáncer infantil, a través de la Fundación Aladina. A continuación, los que se apuntaron se dieron un baño conjunto en el arenal, tras el que degustaron un chocolate con rosca. Y a última hora de la tarde tuvo lugar un espectáculo pirotécnico organizado por el Concello, que fue seguido por mucho público.