La singular silueta de la aleta dorsal de un tiburón cortando el agua sorprendió hoy en A Illa a marineros, vecinos y turistas. Un animal de metro y medio de largo se acercó prácticamente a la línea de costa para sorpresa de todos. No es inhabitual el avistamiento de alguna especie de tiburón en Galicia, pero lo que sí es excepcional es verlos tan cerca de tierra. Y de un tamaño ya tan considerable como el de hoy.
Alfredo López es biólogo en la Coordinadora para o Estudo de Mamíferos Mariños (CEMMA), una organización que también hace seguimiento de peces tan extraordinarios como los tiburones. El especialista confirma que tanto el avistamiento de este miércoles como el ya comunicado el martes en A Illa —posiblemente una primera observación del mismo animal— se corresponde con un ejemplar de tintorera o tiburón azul (Prionace glauca), tal y como sugerían sus características aletas pectorales alargadas.
“Non é nada habitual” avistar un ejemplar como el de hoy desde la misma línea de costa, confirma el biólogo. “Son especies oceánicas, viven lonxe da costa”. Estos avistamientos, no obstante, se han incrementado en el último lustro. “Nos últimos catro ou cinco anos, na época do verán obsérvanse quenllas máis pequenas, de ata setenta centímetros, en toda a costa galega. Non é este o caso”, con un tiburón de 1,5 metros y una aparición más temprana, todavía lejos del pico de aproximaciones, en julio y agosto.
Este acercamiento de los tiburones a la costa “é un fenómeno que se produce nos dous lados do Atlántico” en los últimos años. “Non sabemos por que”, aunque una posible explicación sería “o cambio de temperatura do mar. Agora (estes animais) atópanse en augas que antes non se atopaban. Quenllas houbo sempre, pero iso de chegar á praia é un fenómeno novidoso”. “Hai que ver en series longas, anuais, como vai evolucionando. Se é algo pasaxeiro ou se se consolida”.
En cuanto a si existe peligro para los bañistas, debe imponerse la prudencia. “As quenllas son animais tranquilos”, pero “hai que ter certa precaución, sen dúbida”, como siempre que se está en presencia de un animal salvaje.
En este caso, se desconoce qué lo ha impulsado hacia la costa, aunque presenta una herida. “Posiblemente ou caeu nunha rede ou alguén disparou un arpón e o animal quizais non estea ben de todo e estea buscando unha zona de aguas máis tranquilas”. La Cemma hará ahora un seguimiento del caso, para comprobar si el animal acaba varado o si, finalmente, termina marchándose de vuelta aguas adentro.