Hace una década que la asociación ecologista Adega impulsa el Proxecto Ríos, que a lo largo del año desarrolla diferentes iniciativa de concienciación sobre la necesidad de cuidar este recurso natural como fuente de biodiversidad y suministro de agua potable. Ayer tuvo lugar una que trata de implicar a la ciudadanía en general: limpiezas simultáneas en diferentes cauces fluviales y a las que los vecinos de las  comarcas arousanas y del Ulla-Umia respondieron positivamente con media docena de batidas mediante las cuales retiraron importantes cantidades de basura, destacando, como ya viene siendo habitual, los plásticos. 

En el caso de IES As Bizocas de O Grove fue el viernes, pues es uno de esos centros participantes durante el curso escolar y además del “entusiasmo”, los estudiantes implicados, de Primero de ESO, “non saían do seu asombro” al descubrir los “recordos” dejados por los botellones de verano en el regato homónimo del centro. Dejados “para os seus fillos, netos, bisnetos e tataranetos. Tal vez se acorden eles mesmos dentro duns anos, se lles diagnostican algunha enfermidade causada polo cúmulo de microplásticos nas súas células procedentes destes restos que se foron desfacendo”, expusieron duramente desde la comunidad educativa.

Y es que, consideran, que, a pesar de lo mucho que se ha hecho en los últimos años por concienciar, “segue sendo necesaria moita educación ambiental”. En total, retiraron del Bizocas 200 litros de envases ligeros, unos 30 de basura no reciclable y una cantidad similar de vidrio.

Tiradas “a propósito”

La presencia de desechos plásticos es un problema creciente y, por ejemplo, en estas salidas, denominadas “Móllate polos ríos”, cada vez se detectan menos restos de otro tipo, como los voluminosos, aunque siempre hay excepciones. Por ejemplo, Ecoloxistas de Catoira encontró ayer cuatro ruedas de camión “lanzadas a propósito” al tramo urbano del río que limpiaron. Su portavoz, Vanesa Lorenzo, está convencida, pues era una “zona de difícil acceso e non pasa unha carretera”. Como siempre, realizaron la actividad en familia, con miembros que van desde los 70 años, como Ramiro, que nunca falla, hasta pequeños de un año.

Eligen una zona próxima a los merenderos y accesible para participar con gente de todas las edades, así que no faltaron las colillas, las bolsas de comestibles y toallitas húmedas que llegan al río por los alivios del sistema de saneamiento y que suponen un problema ambiental y económico, pues no son biodegradables. En su caso, retiraron unos 90 kilos de residuos y la también concejala explicó que, aunque hace una década, cuando empezaron a realizar estas limpiezas había más basura, “aínda queda por facer”. 

En el río Umia, que da de beber a la comarca de O Salnés hubo varias partidas con el Colectivo Ecoloxista do Salnés y el CEIP Armenteira, y también se “mollaron” en Valga y en Rianxo, donde la asociación de Veciños de Araño limpió el tramo a continuación del repasado el año pasado. Su portavoz, Diego Rodríguez, detalló que hicieron un kilómetro, aproximadamente, y, como no, también reinaron los plásticos y otras ‘especies’ impropias de los cauces fluviales, destacando restos de un sanitario, neumáticos y muchos hierros.
En estas iniciativas también colaboraron los concellos de estas localidades, aportando en algunos casos medios y recursos logísticos.