La corrupción puede más que el sillón

He criticado a Casado por sus excesos verbales y por no apoyar al gobierno en temas de Estado. Pero en esta ocasión le doy la razón, si de verdad quiere ir contra la corrupción en el PP, después del fiasco que arrastra su partido. Pero la corrupción puede más que el sillón, porque Casado después de acusar públicamente a la Ayuso de corrupción abriéndole un expediente que cerró de la noche a la mañana, al darse por satisfecho con las explicaciones de Ayuso, demuestra que ama más el cargo que luchar contra la corrupción.

Siempre dije que las direcciones de los partidos fueron culpables de la corrupción, por no decir que fue su modus operandi.

Todos los dirigentes negaron la corrupción en su partido en vez de investigar. Pero en algunos casos, la ley de gravedad hizo que la justicia, tardía y ciega , al fin sentenció lo que era vox populi. Pero mucho ruido y pocas nueces, porque los condenados no devolvieron lo robado.

Lo que ahora quería Casado es lo que debe hacer todo dirigente que se precie, expulsando a los corruptos que tanto daño hacen la credibilidad democrática. La corrupción y sus consecuencias son el saldo negativo de los partidos que se alternaron en el gobierno de España. Fueron culpables de dar lugar a nuevos partidos extremistas, aventureros, que aunque son elegidos democráticamente, en el fondo no lo son. Fomentan odio de fácil contaminación de las mentes de la gente para que les voten y luego los dejan colgados como la historia ha demostrado.

Por lo tanto, Casado y Sánchez, como máximos representantes de los dos partidos, le asiste el derecho y el deber de investigar a sus cargos públicos, a la mínima sospecha para esclarecer la verdad, y no hacer como hicieron otros, diciendo que se enteraron por la prensa sin hacer nada hasta que la justicia los condenó.

Por declaraciones de Ayuso reconociendo que su hermano cobro del gobierno que preside 55.850 más Iva. Ocultando las otras tres facturas. Esta cantidad es el sueldo de un obrero en tres años. Casado dijo que son 286.000. Le solicitó documentos, pero la Ayuso no se los dio. Esta mediática Ayuso, aupada por marketing político, se mete con todo el mundo con una prepotencia desmesurada, dando lecciones a todo el mundo.

En política hay que renunciar a la oportunidad del enriquecimiento injusto que se da en el cargo. Cuando fui alcalde de Boiro , no permití que los constructores de obras adjudicadas por subasta pública subcontrataran a mis hermanos constructores, como alguno intentó hacer, aun siendo legal. Hoy está prohibido por la ley de transparencia, pero la Ayuso no la ve. También en los treinta años de militancia en el PSOE, propuse que el partido nombrara un órgano que vigilará las posibles desviaciones de los cargos públicos, dado que algunos, de la noche a la mañana, aparecieron con un patrimonio sin encajar con sus salarios, como si le tocara la lotería.

La corrupción es contagiosa . De ahí viene la frase: la ocasión hace al hombre ladrón. Los partidos en vez de hacer frente a la corrupción, se dedicaron al “tu más”.

Hay mucha gente honesta en política, que paga los abusos de los corruptos, siendo expulsados de la organización por no prestarse a prácticas corruptas. El corrupto con poder es peligro. Si roba el de arriba, contagia a los de abajo. Con lo cual, la idea general es que en política vale todo y todos son corruptos. Hasta los terroristas matan en nombre de la política. Casado creó el Frankenstein eligiendo Ayuso.

La corrupción puede más que el sillón

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