los espías del CNI están para espiar y dar seguridad al Estado, pero en España aún sigue el secreto total basado en una ley franquista a diferencia de otros países democráticos. Pero aun así es el juez del Supremo el que autoriza el espionaje si está motivado y luego debiera hacer un seguimiento para el cumplimiento de la Ley sin atajos. Pero esto no evita que alguien investigue a otras personas, o instituciones que no tienen nada que ver con la seguridad del Estado. Los partidos del pacto no buscan la verdad, aprovechan el filón para hacer propaganda política, sobre todo algunos ministros del gobierno de Podemos. No tiene por qué gustarle la ley de espionaje, pero debieran proponer al gobierno, del que forman parte, antes de salir a la opinión pública, las reformas que consideren oportunas, y si no lo consiguen con sus socios del PSOE, debieran dimitir para hacer las críticas que hoy están haciendo.
Hasta ahora Podemos ha pedido hasta la saciedad rodar cabezas al estilo de la Edad Media, pero antes se debe saber si el espionaje procede de dentro, o de fuera de España. Todos los estados tienen espías para proteger su seguridad, pero no son para espiar a los rivales políticos. Hubo más de una veintena de presidentes de países democráticos que fueron espiados sin que los políticos se rajaran las vestiduras como aquí. Destacaremos Macron, Merkel, Johnson y hace años Obama, pero una parte de nuestros diputados de los partidos de España no buscan saber la verdad, si no destruir al adversario a tiempo completo. Los partidos independentistas se sienten molestos por ser espiados, pero el espionaje podría estar justificado por intentar romper con el Estado español del que legalmente forman parte. Lo que extraña es Podemos que no es independentista, pero hace como si lo fuera, criticando más al gobierno del que forma parte.
Es perentorio y sano para la democracia que se averigüe la verdad de las escuchas y quien las ordenó y si fueron más allá de la protección de la seguridad del Estado.
Pero los políticos de la izquierda tienen que tener visión de estado y ser más mesurados para conseguir objetivos cívicos y no provocar líos que no sirvan para nada. La política basada en la propaganda personal y de partido no aporta al interés general. Es decir: lo serio y productivo para el interés general, sería que los responsables de los partidos busquen la verdad y no provocar tanto ruido.
Además de los aprovechados de la política, también se le está dando publicidad al programa espía Pegasus como si fuera el único. Hay docenas más para espiar. Propongan soluciones de transparencia preservando lo fundamental, la seguridad.