Un pequeño libro tierno y milagroso

Menos mal que es sábado y no domingo porque tengo las palabras atoradas en la garganta. Me siento a escribir para pensar. Luego el lunes saldrá algo en el periódico. Como si fuera otra persona, me veo desde las últimas anotaciones que hay en mi libreta. Escribí esto: El lugar que te invita a reflexionar sobre tu presente es el pasado. Me formulé esta pregunta: ¿Qué significa estar vivo? Y esta otra: ¿Por qué recordamos unos momentos y olvidamos otros? Entre comillas: «Lo accidental que interrumpe la vida».  España ha marcado un tercer gol a Croacia. Escribo sobre la mesa de la cocina, mi salón en celebración.


Escucho gol. Escribo soledad, pérdida, duelo, amor, ausencia. Dolor. Vuelvo a la libreta, no recuerdo el porqué de ese “un tiempo mirando al abismo”. Escucho penalti. No me van a entender la columna del lunes. ¿De qué hablas? De los disfraces que puede adoptar el destino, de las pruebas extremas que atravesamos. ¿De esperanza? Sí. Y de sorpresa. Redondeo la palabra Baumgartner. ¿Es por el libro de Paul Auster? Eso creo. Ya lo dijo Siri Hustvedt, su mujer, que era un «pequeño libro tierno y milagroso». Una novela de extensión breve, pero de intensidad alta, donde su protagonista se enfrenta a ese otro gran personaje que frecuenta la vida de cualquiera: el Azar.


El viernes había cerrado una tertulia literaria con esta hermosa carta de despedida del novelista, ensayista, pensador, cineasta, el poeta de Brooklyn. Por supuesto que hablamos largo de esta novela calculada y precisa que recoge toda la pericia narrativa del autor. Auster, el marido de Siri, dejó de habitar su particular Cancerland hace apenas semanas. Ahora se pasará nuestras vidas, y las de los que vendrán, entablando una conversación a través de su obra. Serán charlas de vida. ¿Qué nos recordará? En Baumgartner: «Vivir es sentir dolor y vivir con miedo al dolor es negarse a vivir».


Tenía 77 años cuando nos dejó. Tengo 49 años cuando termino de leer su libro en un hospital. Los datos, soy escritora. Tiene 76 años papá cuando le asignan nueva parcela en otro Cancerland. La casualidad siempre fue una gran característica de la narrativa en Paul Auster.


El partido termina. Victoria. ¿Pero qué cuenta el libro? ¿Qué historia esconde? La de un hombre harto de rondarle al dolor que le ha supuesto la pérdida de su amada. La de un viejo escritor que se hace preguntas. También es un viaje a través del olvido y la memoria, de qué otra manera puede saberse quién se es, quién se quiere ser. ¿Quién eres? A ver como lo escondo detrás de las palabras. Luego están los giros erráticos del destino y cómo la literatura suele ser la respuesta a los misterios de la vida.


Es allí donde suelo buscar yo. 

Un pequeño libro tierno y milagroso

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