o saben cuánto me gustaría que la derecha española entrara en razón y fuera respetuosa con sus contrincantes, así ganaríamos todos. El PP debe tomar nota de sus socios europeos, PPE, que pactan con otros. Siempre le echan la culpa a los demás cuando no quieren pactar la renovación de los órganos judiciales para mantener los jueces conservadores afines de cuando gobernaba Rajoy. Es un mal ejemplo que el PP se declare en rebeldía a pesar de llevar más de tres años caducados incumpliendo la Constitución.
Hace 10 años que la ETA ha dejado de matar, la hemos vencido los demócratas, pero el PP no quiere reconocer la legitimidad de Bildu a pesar de ser elegido en las urnas como los demás partidos. Nos cansamos de pedirle a ETA que participara en política democráticamente, lo hizo y ahora el PP parece que se ha olvidado de todo eso.
Llevar la contraria sin razón que lo justifique es lamentable para el interés general. Se debe hacer un esfuerzo para superar al gobierno con propuestas que le cuesta trabajo reconocer su legitimidad. Se oponen a todo lo que el gobierno plantea.
No quieren apoyar la subida de impuestos a las eléctricas y Bancos para que comparten las cargas de la crisis cuando los gobiernos de derechas de la UE lo están haciendo.
No quieren votar a favor de nuevas ayudas a gente que está en la pobreza.
Acusan a Sánchez diciendo que llevó estas ayudas para beneficio personal. Feijóo propuso ayudas sociales y cuando Sánchez publica el decreto de esas ayudas el PP se desdice y vota no. No nos explica que le faltó al decreto para rechazarlo.
El PP siempre que está en la oposición no hace más que poner palos en las ruedas y agüita todo lo que pueden, muchas veces con mentiras. No son capaces de descubrir las carencias de Sánchez, que sin duda tiene.
De verdad que es lamentable que el PP, alternativa de poder, se sienta arrastrada por postulados de la extrema derecha.
Muchos pensamos que la llegada de Feijóo por aclamación de los barones, sin congreso, centraría el partido para ser la alternativa de un gobierno para todos, defendiendo los intereses generales, no para unos pocos como lo hicieron cuando gobernaron la crisis de la burbuja inmobiliaria.
Los que estamos atentos al comportamiento de los políticos, podemos escuchar y ver lo poco que valen sus promesas, tanto escritas como habladas. Pero haciendo un simple análisis, nos encontramos que los que más fallan son los líderes del PP que cuando están en la oposición piden bajar los impuestos y al llegar al gobierno hacen lo contrario. Seguimos esperando el cumplimiento de la promesa de que hizo Rajoy, que los 60 mil millones para rescatar los bancos, nos serían devueltos.
Este artículo está basado en datos de sobra conocidos para quien quiera verlos. Mi opinión se basa en ellos. Me gustaría que hubiera una derecha que pusiera en apuros a gobiernos de izquierda, pero sin olvidarse de los intereses generales y cívicos como hacen sus homólogos europeos, que buena falta que nos hace aquí.