“Xenofobia progresista”

El escritor Daniel Gascón, de quien tomo el título de este comentario, sostiene que con la entrega de la competencia sobre inmigración a Junts por el Partido Socialista “el Estado pierde una atribución fundamental y se debilita simbólica y operativamente”.


Que el PSOE, un partido que se dice progresista, entregue una competencia propia del Estado a Junts, formación de la derecha rancia, excluyente y xenófoba es, dice Gascón, “xenofobia progresista”, un oxímoron paradigmático que debilita al Estado de forma vergonzosa. Así lo entienden muchos ciudadanos y el presidente de Castilla La Mancha.


En la misma proporción que pierde el Estado gana el independentismo. Es verdad que  ahora no declaran la independencia a la brava, como en 2017, pero el procés goza de buena salud política porque tiene lo que quiere chantajeando al Gobierno: indultos, amnistía a la carta, borrado del delito de la sedición, rebaja de la malversación… y ahora la competencia sobre inmigración y fronteras. La secuencia es perversa: Junts desafía al Gobierno y el presidente ‘compra’ sus siete votos con concesiones para conseguir los apoyos que necesita. Como ahora haciendo ley de la xenofobia –“hacer de la necesidad virtud”– para permanecer en el poder mientras predica la unidad de Europa y desguaza a España.  


Y el procés tiene buena salud económica. Ahí está la quita de la deuda, que premia la mala gestión, la financiación singular y el concierto económico que tendrán cuando Puigdemont lo exija. Corroboran esa buena salud económica ‘detalles’ como la financiación permanente de la ‘república’ por mecenas catalanes; la vuelta del Sabadell y de la Fundación La Caixa y Criteria, su brazo inversor; directivos catalanes cercanos al PSC copan la dirección de empresas públicas; y la cara de felicidad del empresariado catalán –y de la burguesía en general–, rendidos ante Salvador Illa y ante Sánchez, al que aplauden a rabiar.


Hace años comenté un sketch del humorista Juan Carlos Ortega en el que un experto en “física teórica” pronostica el fin del universo. “¿Y el universo morirá, no quedarán estrellas, planetas, todo desaparecerá?”, preguntan al físico y este responde: “Sí, el universo morirá… dentro de miles de millones de años. No quedará nada, absolutamente nada… Bueno, a ver!, quedará el procés, eso va a quedar seguro”.


En la parodia el humorista ‘profetiza’ que el procés permanecerá más allá del fin de los tiempos. Pero antes de que llegue ese final volverán a dar otro golpe independentista, más efectivo que el de 2017, porque ya cuentan con ‘estructuras de Estado’ que les concede el Gobierno de España, el que ahora alimenta el secesionismo para que Cataluña sea un Estado. Pero no se angustien, será algo así como un Estado Asociado dentro de España porque viven bien en el independentismo. Mejor que en la independencia que es más exigente.

“Xenofobia progresista”

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