La aparente buena relación y unidad del gobierno bipartito de Caldas de Reis hace aguas. Así lo aseguró en el Pleno municipal del mes de enero el Partido Popular, que expuso la primera fisura pública entre el ejecutivo del PSOE y BNG. Unas desavenencias que surgieron a correlación con el proyecto de ampliación del parque eólico de Xiabre, que finalmente, solo crecerá en dos aerogeneradores, ambos en Catoira, tras el informe de impacto ambiental emitido por la Xunta de Galicia.
En un principio, sin embargo, se contemplaba una ampliación mayor, de seis aerogeneradores, de los que dos afectarían al término municipal de Caldas de Reis. Un proyecto en el que, tal y como confirmó el alcalde, Juan Manuel Rey, en la sesión plenaria de enero, discrepaban ambas facciones —PSOE y BNG— del ejecutivo caldense.
El origen del conflicto radica en unas alegaciones al proyecto presentadas por el teniente de alcalde, el nacionalista Manuel Fariña, en nombre del Concello. Una actuación que no entra dentro de sus funciones, según recalcó la oposición. Dicho escrito, presentado ante la Xunta fuera del plazo marcado de un mes y que incluía el membrete del Ayuntamiento, estaba firmado por Fariña como representante autorizado.
Sin embargo, según quedó patente en el Pleno, el alcalde socialista, Juan Manuel Rey, remitió un nuevo escrito donde se transcribió el acuerdo del Pleno de Organización sobre las funciones de los representantes del equipo de gobierno en el que desautoriza y desacredita la alegación presentada previamente por el edil nacionalista y se solicita a la administración autonómica que dicha argumentación presentada por Fariña se tome a título personal o como BNG.
Unas desavenencias que muestran el “descontrol deste bipartito”, según indició el portavoz popular, Fernando Pérez, y que evidencian las diferentes sensibilidades entorno a la expansión eólica en las alas socialistas y nacionalistas del ejecutivo local. En todo caso, Pérez va más allá y señala que hizo el “ridículo como Concello” ante la Xunta, que recibió dos versiones contradictorias.
De igual modo, el popular se mostró contrario a las argumentaciones presentadas por el BNG y recordó que el desarrollo eólico fue “cuatro veces maior” durante la etapa del bipartito del Bloque y el PSOE en la Xunta (2005-2009). Asimismo, sobre la protección de los petroglifos y del patrimonio cultural, natural y patrimonial de los montes, uno de los mayores argumentos de los nacionalistas, Pérez recordó que el gobierno gallego cuenta con organismos de control para su protección.
Por su parte, el regidor, Juan Manuel Rey, quitó importancia al suceso en dicho Pleno municipal, que coincidió con la aprobación del convenio para la cesión de los terrenos del centro de salud, y explicó que solo se trataba de “diferentes sensibilidades”, propio de ser dos formaciones distintas, “que non pensan igual en todas as cuestións”.
Además, insistió en retirar la gravedad del asunto. Pese a este desencuentro, el ejecutivo caldense se ha esforzado en mostrar la buena sintonía que aparentemente reina entre ambas formaciones. Así lo destacó en su balance del primer ejercicio Manuel Fariña, que definía al bipartito como “un goberno sólido, forte e unido desde o primeiro minuto”, en la que destacó el “diálogo” y la “relación moi cordial entre nós”.