La parroquia de Briallos vivió ayer su tradicional y siempre concurrida romería de San Blas. Una cita marcada en el calendario del santo abogado de las dolencias de garganta, boca y enfermedades respiratorias. Fueron muchos los fieles que se acercaron para ungir sus gargantas con aceite previamente bendecido.
Los gaiteiros anunciaban a primera hora de la mañana el inicio de la jornada, que contó durante todo el día con la segunda edición del mercado artesanal. La programación de actividades arrancó a mediodía con la andaina solidaria en favor de la asociación de rescate animal Cadeliños de Barro. Un evento que reunió a un grupo nutrido de participantes, que se sumaron junto a sus perros en una caminata de unos 4 kilómetros en un entorno natural privilegiado para hacer una parada en una zona recreativa de cascadas y molinos de agua.
Uno de los platos fuertes de la jornada —donde también destacaron los cuatro actos litúrgicos por la mañana y dos misas por la tarde— fue la sesión vermú amenizada por el Trío Azabache, donde el público pudo degustar callos, empanadas y filloas cocinados por la Asociación de Mulleres Ruirais de Carracedo, que terminó existencias: “satisfación que a xente nos reciba tan ben, as empanadas non chegaron a nada e as filloas tampouco”, anunciaba la entidad en redes sociales. Tampoco faltó en la jornada diversos sorteos, pasacalles y colchonetas gratuitas.
Una jornada festiva que siguió con una gran verbena, que estuvo protagonizada por el Trío Azabache y el Dúo Estrellas. Pese al buen tiempo reinante durante la jornada de ayer a ciertas horas ya refresca, pero la Comisión de Fiestas de San Cristóbal de Briallos ya tenía preparada una chocolatada y queimada gratis para entrar en calor y coger fuerzas para el acto final, una sesión DJ hasta la madrugada que dejó buen sabor de boca, pensando ya en la siguiente edición.