Las plaza de las Palmeras mantendrá su característica imagen, después de que en los anteriores años el Concello se viese obligado a talar varios ejemplares de palmeras afectados por el picudo rojo. Así, el gobierno local opta por respetar esta icónica estampa de los jardines de la iglesia de San Tomé y anuncia que en las próximas semanas, dependiendo de la climatología, se iniciará la repoblación de las palmeras afectadas por especies más resistentes a esta silenciosa plaga que pone en jaque la continuidad de estos árboles en gran parte de Galicia.
Así, el alcalde de Caldas, Juan Manuel Rey, señala que pese a que los técnicos de la Estación Fitopatolóxica Areeiro en algún caso, incluso, recomendaron otro tipo de arbolado para la zona, desde el ejecutivo descartaron esta opción: “creo que interprentamos o sentir do pobo”. Así, el Concello cuenta ya con proyecto y financiación para llevar a cabo la repoblación de las palmeras, si bien se estima que un par de ejemplares más deberán ser cortados, por lo que se espera iniciar la actuación de manera inmediata. “Este é o tempo para facelo”, indica Rey, que explica que es la época del año idónea para su plantación.
Durante años, el Concello ha luchado contra la voracidad del coleóptero, cuyas larvas crean galerías y cavidades que acaban secando el árbol y provocando un serio riesgo para los viandantes por la caída de ramas, por lo que muchas de ellas, ya afectadas, tuvieron que ser taladas. Ahora, estas palmeras de tipo canario serán sustituidas por hasta catorce especies diferentes que, en principio, son más resistentes contra el picudo rojo. Con ello, se busca además conseguir un palmeral con mayor diversidad, tanto de especies como de color.
Así, el proyecto distingue los parterres, o la parte del rectángulo del jardín, y los tocones de palmeras muertas. Estas últimas, se sustituirán por “Palmas australianas” (alcanzan los 30 metros y cuentan con un tronco esbelto y anillado), “Kentias” (de 15 metros de altura) o “Palmeras Reales Cubanas” (16 metros de altura, ancho tronco y hojas de hasta 6 metros de su longitud). Unas especies elegidas por las condiciones climatológicas de Caldas, como la resistencia a las temperaturas más bajas del invierno, y que permitirán mantener la característica estampa de la zona.
En el caso de la zona del jardín, donde se pretende crear una zona de gran biodeversidad con diferentes especies y colores, se proponen la plantación de palmeras pindó o cocos plumosso (pueden alcanzar los 15 o 20 metros de altura y florecen durante el verano), palmeras de abanico chinas (llegan a medir más de 12 metros de altura con grandes hojas en forma de abanico), datileras (de 3 a 6 metros de altura), “árbol de la sombrilla” (adquiere este nombre porque sus hojas forman un paraguas, alcanza los siete metros de altura), palmeras “cola de zorro” (menos de quince metros de alto), cicas (cuentan con hojas de hasta 150 centímetros), drácenas (van de 1 a 5 metros de alto), plátano japonés (alcanza los 3 metros y cuenta con hojas grandes y de color verde brillante), ágaves (cuenta con un tronco corto y grandes hojas de color verde glauco), drago de Canarias (alcanza los 20 metros y son típicas de las Islas Canarias) y la yuca gigante (es una especie arborescente con un tallo de hasta 10 metros). Así, esta zona se completará con otras plantas con flores en modo de ornamentación a la zona.
No obstante, las palmeras que se mantengan sanas se mantendrán y, en algún caso, algún ejemplar talado está rebrotando, por lo que se estudiará su evolución.