Apenas diez horas tardó la Asociación Cultural e Xuvenil Río Gallo de Cuntis en cubrir las plazas para una de sus actividades estrella: su viaje a la nieve, que en febrero llevará a medio centenar de participantes hasta la estación de Leitariegos. “Foi unha locura”, celebra su presidente, Fernando Otero, que incluso señala que hay ya una lista de espera por si alguno de los anotados causa baja. Es, sin duda, uno de los eventos que cada año cuenta con más participación de las que organiza la entidad, que también ofrece “distintas opcións de ocio ás habituais”. A sus ya famosos viajes en avioneta, este año sumó una actividad de espeleología en una cueva de O Courel, que congregó a una veintena de participantes.
Para este final de año, la asociación también ultima los preparativos para lanzar una campaña de recogida de alimentos para la protectora de Vilagarcía, que realizará con motivo del patrón de los animales el 17 de enero (San Antón Abad). Se pone el broche final así a un año complicado para el asociacionismo cuntiense, ya que muchas entidades han sufrido problemas económicos acuciantes por los retrasos a la hora de percibir las ayudas municipales de 2023, que finalmente entregó el Concello este año.
No fue una excepción para Río Gallo, señala Otero, que pide a las administraciones que “sigan implicándose no asociacionismo deste Concello”: “O programa cultural e deportivo de Cuntis depende case todo das propias asociacións”, reivindica Otero, que reclama a los organismos que “poñan en valor” el esfuerzo de estos colectivos por dinamizar la actividad en la villa termal.
Una delicada situación, que no es ajena a otras entidades, como por ejemplo la Fundación Terra Termarum de Castrolandín: “Moitos tivemos que poñer cartos do noso bolsillo para poder pagar aos provedores”, lamenta Otero, que espera que esta circunstancia se revierta de cara a próximos años: “En Cuntis fomos sempre un referente a nivel cultural e deportivo en toda a comarca e creo que entre todos o podemos volver a conseguir”.
Así, reconoce que este año “hai cousas que se tiveron que deixar de facer”, ya que, “neste 2024, desde que se supo da situación, nin se plantexou” realizar determinadas actividades ante la falta de remanente: “Fomos conscientes de que había que facer recortes”. Sin embargo, hace también autocrítica y reconoce que “tampouco podemos depender continuamente das administracións, pero cando unha se compromete ten que cumprir”, recalca.
En cualquier caso, “o asociacismo funciona”, subraya Otero, que pone de ejemplo el colectivo de vecinos “Non me toques as festas”, que organizó en tiempo récord las fiestas patronales de este año 2024. “Esperemos que a situación se revirta e que podamos facer as máis cousas posibles”, hace hincapié.
Así, pensando ya de cara al año 2025, la asociación cuntiense pone sobre la mesa repetir experiencia con otra actividad de espeleología en primavera, aunque cambiando algo de dinámica, y continuar con los eventos solidarios y viajes. De hecho, en abril está programa una excursión a la zona de Áncora, en Portugal, los días 5 y 6 de ese mes. La clave del éxito de la entidad, señala Otero, es “sairse un pouco das cousas habituais” y ofrecer actividades poco convencionales.