El canal del río Louro, en el tramo comprendido entre la PO-548 y la vía del tren, ha sido ampliado por la Xunta con para mitigar el riesgo de inundaciones en una zona en la que la presión sobre el canal fluvial se veía aumentada por la existencia de viviendas, fábricas y áreas de cultivo.
Este proyecto, en el que Augas de Galicia invirtió unos 330.000 euros, supuso el encauzamiento de un tramo de alrededor de 800 metros del Louro, un afluente del Ulla. De este modo se amplió la capacidad de un río que recoge las aguas de un área de dieciséis kilómetros cuadrados, desde su nacimiento en Carracedo (Caldas) hasta su desembocadura en el Ulla. Este factor convertía la zona en la que se ejecutaron las obras en un punto crítico en el que se producían frecuentes episodios de inundación. Hay que tener en cuenta que se trata de un entorno en la que, además de viviendas habitadas, se asientan también importantes empresas.
Las actuaciones de mejora del espacio fluvial del Louro incluyeron trabajos de recuperación de algunos elementos patrimoniales vinculados al río, como la Pontella de Belixos, que fue restaurada y ampliada. Destacan también la fuente y el lavadero de O Forno o el molino y el puente de Casanova.