Los coches, especialmente los primeros, forman parte de los álbumes de cualquier hogar. Y también de esas fotografías que quedan en las retinas y que no llegan a plasmarse, pero que nunca se borran. En cincuenta años, el mundo del motor ha cambiado mucho y, al mismo tiempo, no tanto. Pero es, sin duda, parte de la evolución de la ciudad.
Lo mismo sucede con aquellos talleres que les dan forma. En Vilagarcía, uno de ellos es Aibasa, hoy dentro del grupo Stellantis y Servicio Oficial Peugeot de referencia en la zona. Para ello, fue mucho el trabajo emprendido por aquel grupo de cinco socios, que con un capital de cinco millones de las antiguas pesetas pusieron en marcha el negocio sobre el antiguo aserradero fundado, en esa misma ubicación, por José Luis Ibáñez Castro.
La reconversión, que se diría hoy en día. De ello fueron conocedores los asistentes al emotivo acto que tuvo lugar en los talleres y en el que hubo mucho hueco para viajes. Desde los autobuses de madera al coche eléctrico, que recordó Carlos Miranda, director general de Stellantis & You en Galicia; pasando por los 900 euros que costaba, al cambio, el Simca al que hizo alusión la teniente de alcalde, Tania García, que no pudo evitar perderse entre las notas de Los Inhumanos. Pero hubo, sobre todo, muchas referencias al futuro. Al que impulsan empresas como Aibasa a la que la conselleira de Industria, María Jesús Lorenzana, puso como ejemplo de una máxima “que a Xunta comparte plenamente, que é dar un paso máis cando algo está asentado para seguir evolucionando”.
Testigos de todo ello fueron los trabajadores. Los de antes y los de ahora, que uno por uno fueron recibieron un detalle.