La situación del transporte escolar que traslada al alumnado de Catoira y del centro de Vilagarcía al IES de Carril ha puesto a los padres en pie de guerra. Y es que tal y como están configuradas las líneas de autobús los alumnos tienen solo 15 minutos para comer los días que tienen clase por la tarde. El origen del problema –exponen los padres– nace en la reconfiguración del mapa escolar dictado por la Xunta de Galicia. “El alumnado de A Escardia tiene que ir al instituto de Carril, en vez de al Alobre. Lo mismo ocurre con niños que son de la zona de San Roque, que teniendo el instituto del centro enfrente tienen asignado el carrilexo”, exponen los afectados. Esto implica que estos alumnos tengan que coger el autobús para ir a clase. “El problema es que un recorrido que sería de diez minutos como mucho se convierte en 40 minutos, porque van con el autobús por las zonas rurales de Guillán y de A Torre y se pierde muchísimo tiempo”, manifiestan.
La solución la plantean desde la propia comunidad educativa. Entienden que la primera sería habilitar la jornada continua durante todos los días de la semana, de modo que el alumnado acudiría al centro escolar dos días de 8:30 a 15 horas y los tres restantes de 8:30 a 14 horas. A mayores entienden que debe haber una reformulación del transporte que opera actualmente en el centro para que el alumnado llegue a una hora razonable a sus casas. 

Sobre este asunto hablaron representantes de los padres y miembros del gobierno local en una reunión en el propio centro educativo carrilexo. Un encuentro en el que estuvo el diputado socialista, Julio Torrado, que llevará la cuestión y preocupación de los padres ante el Parlamento. “A reivindicación é clara e por encima é a propia comunidade educativa a que está poñendo sobre a mesa a solución. Tanto o centro como o propio alumnado ven con bos ollos pasarse á xornada continua, pero está claro que primeiro tamén hai que solucionar o tema do transporte”, explica Torrado. De hecho pedirá a la Xunta que se dé cumplimiento a estas demandas educativas.

Por su parte el alcalde, Alberto Varela, recordó que aunque el asunto no es competencia de la administración local –sino de la Xunta– “entendemos que temos que estar coas reivindicacións destas familias e servir de altavoz ás mesmas”. Exigió que se dé respuesta a las demandas que están sobre la mesa.