La solución al problema de falta de capacidad de producción de agua potable que padece O Salnés cada verano parece que vuelve a la casilla de salida. La Xunta ha propuesto recientemente al nuevo gobierno comarcal que redacte un proyecto para la ampliación de la ETAP de Treviscoso –para que lo estudien los técnicos y “avanzar cara a solución”– y abre la puerta a su financiación a través de fondos europeos Feder previstos para sistemas supramunicipales.
Fue durante una reunión mantenida entre la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, y el presidente comarcal, el popular David Castro, que accedió al cargo en enero, tras una moción de censura y con varios compromisos de urgencia, como conseguir ejecutar esa ampliación que lleva 15 años dando vueltas por los despachos.
No es la primera vez que se plantea la redacción de un plan. Ya en 2017 se anunciaba la elaboración de un anteproyecto y la compra de terrenos junto a la potabilizadora para realizar la construcción de un nuevo depósito de cola de unos 15.000 metros cúbicos que se sumaran a los actuales 10.000 metros cúbicos de que dispone el sistema, divididos en dos tanques.
Las autoridades comarcales de aquel momento ya hablaban de un coste de 10 millones de euros y del inicio de las gestiones para encontrar la financiación necesaria, pero con el paso de los años se cambió de criterio y en las últimas reuniones, las autoridades autonómicas pedían una cofinanciación al tratarse de una competencia municipal, señalando como posible socio a la Diputación de Pontevedra, en aquel momento en manos del PSOE y hoy del PP.
Nadie niega la necesidad y ahí están las cifras. Gracias al big data se sabe que, por ejemplo, O Salnés recibió en el verano de 2023 a 1,8 millones de visitantes únicos, es decir, la suma de personas que la eligieron para pasar el día (excursionistas) y turistas (que pernoctaron). Así las cosas, se ha convertido en uno de los principales motores turísticos del noroeste de España y la cifra crece de año en año, multiplicando su población estable, hasta el punto de que con cada época estival reaparece el temor de que una sencilla avería deje sin agua a la comarca.
Los datos de los consumos también están ahí. La capacidad actual de producción –potabilización–, con las máquinas funcionando sin parar, es de 36 millones de litros de agua al día y prácticamente se consumen sin dejar la posibilidad de dejar una reserva para cubrir imprevistos. De hecho, en agosto de 2022 se alcanzó ese pico de gasto en una única jornada y fue el agosto de mayor consumo de los últimos 36 años. Se llegaron a producir cortes que obligaron a parar a empresas del polígono de Sete Pías (Cambados), restricciones en algunos concellos y peticiones de los alcaldes pidiendo a los vecinos la reducción del consumo para evitar “restriccións máis severas”, señalaban.
Esos treinta y seis años son los que tiene todo el sistema, el cual, inicialmente fue diseñado y construido para poco más que Cambados y Vilanova y que, junto al saneamiento, motivó la fundación de la Mancomunidade a la que posteriormente se fueron sumando otros. Así, además de estas localidades hoy beben de él una pequeña parte de Vilagarcía (Vilaxoán y otros núcleos), Ribadumia, Meis, Meaño, O Grove y Sanxenxo (en verano también consume de la captación del Lérez). El propio Plan Auga de la Xunta de 2013 recogía actuaciones necesarias a medio plazo para garantizar el suministro a las poblaciones, y entre ellas estaba la petición saliniense, que ya se había planteado con anterioridad.
La propia Consellería de Medio Ambiente indicaba ayer que la concesión de Augas de Galicia para la estación de tratamiento de Treviscoso es de 592 litros por segundo y el objetivo ahora es que la Mancomunidade realice ese proyecto para conseguir que las instalaciones puedan llegar a esa cantidad y para que “poida ser avaliado por parte dos técnicos e avanzar cara a solucionar esta situación”.
Durante la reunión, ambos mandatarios también abordaron la preocupante situación de la tubería que lleva el agua potable desde la ETAP de Treviscoso hasta O Grove. Una infraestructura que está en las últimas, como demuestran las frecuentes roturas y fisuras que sufre a lo largo del año.
El pasado abril registró tres con escasos días de diferencia y no supuso un problema porque los depósitos estaban llenos, pero el miedo del Concello es si sucede en verano. De hecho, su alcalde, José Antonio Cacabelos, instó a Xunta, Diputación y Mancomunidade a ponerse de acuerdo para renovarla, como ya se habló hace años y ahora que estas tres administraciones están gobernadas por el mismo partido, el PP.
Cabe recordar que el gobierno comarcal de 2018 indicaba que la Xunta ya tenía un proyecto valorado en 1,5 millones de euros y que al año siguiente se iba a firmar un convenio para ejecutar los trabajos, pero acabó sucediendo lo mismo que con la ETAP.
El actual presidente, David Castro, también es consciente de este problema y por eso en la reunión con la conselleira también lo puso sobre la mesa. Sin embargo, sobre la “posible instalación” de esta nueva tubería y otras cuestiones, como la mejora en dos bombeos de la EDAR de Tragove (Cambados), los responsables autonómicos solo indicaron que se “avaliaron” , sin más concreción.
Así lo indicaron en un comunicado al que se remitió el también alcalde de Ribadumia para conocer el resultado de la reunión, la cual calificó de positiva.
En ese escrito enviado a los medios, Medio Ambiente también reiteró que la Xunta “continúa prestando o seu apoio técnico e económico aos concellos para que poidan excercer as súas competencias de saneamento e abastecemento de xeito máis eficiente e prestar servizos de calidade a súa veciñanza”.
El anterior gobierno comarcal, dirigido por el PSOE, intentó en varias ocasiones conseguir que la Xunta financiara íntegramente la ampliación de la ETAP de Treviscoso, según los compromisos adquiridos con sus antecesores. Pero se produjo un cambio de criterio, en el que pedía una cofinanciación y le proponía a la Diputación de Pontevedra, en aquel momento en manos de su partido.
El caso es que la Mancomunidad lo intentó por otras vías como a través del programa estatal Perte, nutrido con fondos europeos Next Generation, con un proyecto de construcción de un nuevo depósito. Sin embargo, no logró captar los tres millones de euros porque este tipo de actuaciones no entraban en los objetos subvencionables. No obstante, retiró esa parte y concurrió a una segunda convocatoria de estos Perte, con un proyecto de 3,8 millones. El gobierno central aún no ha resuelto la convocatoria, pero de conseguirlo, la entidad pretende seguir modernizando su sistema; algo que ya viene haciendo desde hace años en cuestiones como una planta fotovoltaica para reducir la costosa factura de energía de los bombeos.
Más concretamente, plantea una serie de soluciones tecnológicas y digitales para desarrollar e implantar un plan de riesgo ante periodos de sequía, realizar auditorías para diagnosticar y controlar fugas estructurales de agua, hacer una monitorización centralizada para fomentar la telegestión, monitorizar puntos sensibles de vertido e implantar sensorización en la EDAR de Ribadumia, realizar actuaciones en la ETAP y los depósitos de cola para incrementar los volúmenes, habilitar otra planta fotovoltaica y un portal web, entre otras cosas.