La temporada de verano aún no empezó, aunque las agradables temperaturas de estos días ya animan a muchos a acudir a pasar el fin de semana en la playa. En Arousa, podrán hacerlo con la tranquilidad de estar disfrutando de aguas excelentes. Al menos, en su gran mayoría.
En O Salnés, solo Vilagarcía y Catoira escapan de la máxima calificación. La playa continental del Peirao- Río Ulla hace tiempo que no consigue pasar del insuficiente, mientras que en el municipio que gobierna Alberto Varela, A Concha y O Preguntoiro se conforman con una nota de “buena” por parte de la Consellería de Sanidade. Se trata de la calificación para la temporada de 2024, tras los controles realizados durante el verano pasado.
La proximidad al Puerto de A Concha es uno de los handicaps que limitan alcanzar la máxima calificación que, sin embargo, sí logra su siamesa A Compostela y, ya llegando a Carril, la de Portugalete (A Covacha). Más al norte, la de Campanario, pegada al Ulla, también consigue el excelente.
El resto de arenales de la comarcas de O Salnés y Barbanza, un total de 105, consiguen la excelencia. Se trata de los once que hay en Vilanova, los 21 de O Grove, los 20 de Sanxenxo, los cuatro de Cambados (de transición entre mar y río), las nueve de A Illa de Arousa y la fluvial de Cabanelas, en Ribadumia.
En este sentido, cabe destacar que se encuentran también las aguas de bao en evaluación, con resultados de carácter provisional. En este listado se encuentra la de Carabuxeira, en Sanxenxo, cuyas aguas califican en esta ocasión, desde la Consellería de Sanidade, con un insuficiente.
En la zona norte de Arousa todas las playas logran la excelencia: Las tres de Rianxo, las 17 de Ribeira (la capital cuenta con el mayor número de arenales), las nueve de Boiro y las seis de A Pobra do Caramiñal.
Sin embargo, no todo son buenas noticias, pues las playas de la comarca también están a la espera de obras para poder dar salida a las demandas de los usuarios, debido a problemas que, en algunos casos, están cronificados.
Es el caso de A Concha- Compostela que en dique seco sí comparten deficiencias: Y es que la arena se encuentra totalmente invadida por la plaga del cadillo, una molesta planta con pinchos que, desde hace años, llena de heridas los pies de los bañistas y destroza zapatos y ruedas a los usuarios del Paseo Marítimo.
Para erradicarlo, existe un proyecto de Costas para regenerar la arena y enterrar la primera capa en el mar, con lo que esperan quemar la planta con pinchos y evitar que vuelva a reproducirse.
El caso es que este proyecto lleva tiempo en la agenda de las administraciones. El año pasado, Costas le puso fecha: Octubre. El objetivo era dejar pasar el verano y que no pillasen las lluvias, pero tras un periodo estival que se prolongó durante semanas, llegaron las precipitaciones para no marcharse.
La nueva fecha era la primavera y, en concreto, el presente mes pero, por el momento, la maquinaria de Tragsa no pisó A Concha- Compostela donde, sin embargo, ya empiezan a agolparse los bañistas.
Pese al retraso, los usuarios del arenal más extenso de Vilagarcía sí cuentan, al menos, con un compromiso en firme. Más difícil lo tienen los de O Preguntoiro, en Vilaxoán, donde la falta de arena ya deja al descubierto arquetas del alcantarillado. La asociación de vecinos lleva tiempo pidiendo un plan integral para la playa, que antaño tenía bandera azul, pero por el momento solo se hizo un estudio que, además, no contiene conclusiones que ayuden demasiado a poner una solución. En la de Bamio, con bandera azul, también hay obras pendientes. El muro que separa la arena del paseo de arriba se encuentra muy degradado. El gobierno local ya trasladó a Costas la necesidad de actuar pero, por el momento, tampoco hay fecha
El ejecutivo también pide a la administración estatal aportes de arena en la playa lindante con el Ulla, así como el arreglo de la zona del aparcamiento y de las aceras. Por el momento, habrá que esperar.
En Sanxenxo, sin embargo, sí hay fecha para las obras de regeneración de Silgar. El Concello moverá, durante el mes de mayo, unos 9.580 metros cúbicos de arena después de que se desplazara dicha cantidad de árido, según vuelo fotogramétrico, desde la zona este a la oeste de la playa por los efectos de los temporales del invierno.
Para ello se trabajará sobre una superficie de 17.000 metros cuadrados. El plazo de ejecución es de veinte días y el objetivo es que las condiciones de la playa urbana sanxenxina sean óptimas de cara al verano.
Una temporada en la que Arousa recibe un buen número de turistas, con bares, calles y segundas residencias llenas a rebosar