Jornada sin incidentes y tranquila en cuanto a tráfico rodado en el estreno de los cambios de circulación en el entorno del río de O Con con motivo de las obras de Augas de Galicia en Rodrigo de Mendoza. Los conductores –en su gran mayoría– siguieron al pie de la letra las indicaciones de itinerarios alternativos, aunque la fuerza de la costumbre llevó a alguno a despistarse. Eso sí, sin que existiesen problemas mayores.
Cabe recordar que esta nueva reordenación durará al menos unos meses, el tiempo que los operarios de la empresa contratada por la Xunta tarden en construir los colectores pegados al río y que complementan a los tanques de tormenta que se están ejecutando en la explanada delantera de Fexdega. En este último caso la propia Consellería aseguraba hace unos días que está previsto que terminen en este primer trimestre de año.

De forma paralela también se trabaja en la última parte del río, en la zona de la avenida Valle-Inclán, en donde también se plantea la construcción de tanques de tormenta. El global de la obra –con una inversión millonaria– busca paliar en cierto modo los efectos de posibles inundaciones y también un remedio efectivo en caso de vertidos al cauce fluvial. Un modelo que ha funcionado en otras ciudades de España como Bilbao.
Los cambios del tráfico afectan fundamentalmente a los conductores que acceden a la avenida Rodrigo de Mendoza desde la rotonda de Luz Salgada. En vez de utilizar todo ese vial a la altura de la rotonda de A Laxe deberán desviarse a la derecha hacia Celso Emilio Ferreiro, que cambia de sentido hasta el cruce con la calle Santa Eulalia. Será ahí donde podrán girar a la izquierda para incorporarse de nuevo a Rodrigo de Mendoza. Los que salen de la ciudad pueden usar esa vía.