La alta temperatura del agua, la falta de vientos del norte y el continuo desove del mejillón alarman a los bateeiros de la Ría de Arousa que lamentan la alta mortandad de un bivalvo al que le crece la concha pero no la vianda.
El presidente de la asociación Opmega, Ricardo Herbón explica que este fenómeno “no es nuevo de este año” pero que “se vio agravado” por un cúmulo de factores. Así, sitúa en ese “cóctel de circunstancias” la falta de vientos del norte que lo que hacen “es limpiar la ría”, la contaminación, la salinidad del agua y sobre todo “la falta de nutrientes”. “Este año estamos casi sin toxina, es cierto que trae cosas malas porque es un cierre periódico de diferentes polígonos pero, al tiempo, trae mucha comida”, explica Herbón.
Con el objetivo de poder “atajar o minimizar” este periplo, desde Opmega avanzaron que pedirán una reunión con los responsables del Ejecutivo gallego e inciden en que “hay que ponerse a trabajar” y establecer a un equipo de gente que investigue “cuales son las consecuencias” de este fenómeno. Asimismo, el sector, ante las variaciones vividas en los últimos años en las cosechas, ya habla de un cambio de ciclos en el proceso de reproducción del mejillón.
“A mediados de julio era cuando el mejillón, que se encuentra en el interior de la ría, tenía su apogeo. Era cuando se vendía para la industria pero ahora vemos que este año estamos entre un 14 y un 15 de rendimiento, eso no sirve para nada”, lamenta Herbón.
Sin embargo, el desarrollo de la concha del bivalvo “es bastante bueno” pero el problema es que dentro “no hay nada”. Ahí es cuando saltan las alarmas en el sector y advierten de que “algo pasa”. Esto se suma a la “alta mortandad” que vive la cosecha. Así el presidente de Opmega explica que las bateas situadas en la zona de A Bensa, por ejemplo, que es una isla situada a la entrada de la Ría de Arousa y el crecimiento acostumbra a ser bueno, este año el mejillón se muere.
Por su parte, el departamento autonómico encargado de Mar detalla que el personal del Intecmar que recoge las muestras “no observa nada anómalo o excepcional” diferente a otros años.