La mudanza de los Servizos Sociais a un local de mayores dimensiones parece estar más cerca. La Xunta de Goberno Local adoptó, en su primera reunión de este mes, un acuerdo para comunicar a los propietarios de unas instalaciones en Os Duráns su interés por comprarlas.

Se trata de unos locales divididos en cuatro estancias, que se ubican en la calle Pablo Iglesias, en la esquina con Eduardo Pondal, de unos 626 metros cuadrados. La compra, por parte del Concello, ascendería a unos 233.000 euros.

El ejecutivo socialista aprobó, en su reunión semanal, comunicar al propietario, una empresa, que está interesado en dichas instalaciones y que procederá a su licitación. En febrero de este año, desde el Concello indicaron que se estaban valorando diversos locales, pero también a la espera de que la Xunta de Galicia les dijese si les cedía uno en la estación de autobuses. Finalmente, esta opción parece que se descarta y la administración municipal se decanta por uno en Os Duráns.

Ampliación de plantilla

Ya en marzo del año pasado comenzó a vislumbrarse el traslado de los Servizos Sociais, en medio de una pandemia que hacía más imprescindible que nunca el trabajo de este departamento. Además, el área que dirige la socialista Tania García Sanmartín continúa incrementando su plantilla. De hecho, en los Presupuestos de este año se contemplan dos nuevas contrataciones. Para dar más comodidad a los trabajadores, pero también a los usuarios que acuden a los Servizos Sociais, se plantea este traslado, que todo parece indicar que será a unas instalaciones bastante próximas a la Casa Consistorial, en el barrio de Os Duráns.

Técnicos municipales valoraron antes otras opciones, pero ninguna parecía ajustarse a las condiciones requeridas para este tipo de servicio.

Conflicto de la piscina

Por otro lado, la empresa Serviocio, que gestiona la piscina municipal de Fontecarmoa, presentó ante el Concello una reclamación de 75.822 euros, en concepto de daños y perjuicios por el periodo en el que las instalaciones estuvieron cerradas para las obras que se llevaron a cabo entre junio y septiembre del año pasado.

Un informe de la interventora, que aprobó la última Xunta de Goberno Local de agosto, reduce esta cifra prácticamente a la mitad, a 34.725,21 euros, alegando que es la cantidad que aparece realmente justificada.

Sin embargo, una de las explicaciones a las que alude la empresa hace referencia precisamente a un problema que lleva años “en calma chicha”: La prórroga del contrato. Ya a finales del anterior mandato estalló un pequeño conflicto, cuando usuarios de la piscina reclamaron mejora de los medios que, finalmente, se llevó a cabo con una inversión municipal. Ya por entonces, desde Serviocio comunicaban que el contrato había expirado. El ejecutivo pactó una prórroga, comprometiendo la ampliación de la piscina que, casi cuatro años después, se encuentra muy verde.