El análisis de las mesas electorales el día después de los comicios arroja una visión más detallada del comportamiento de los vecinos. Más del 40 % de los vilagarcianos llamados a ejercer su derecho a voto se quedaron en casa, con una abstención más elevada que hace cuatro años. Con ese panorama de fondo lo cierto es que los socialistas de Alberto Varela y los conservadores liderados por Ana Granja estuvieron muy igualados en todas las mesas. Un dato negativo para el PSOE, que hace cuatro años arrasaba en todas las mesas excepto en la de Aralde-Galáns, siempre fiel al PP. Eso sí, enclaves en los que los socialistas dominaban en otros comicios como Carril y Vilaxoán se fueron para el equipo de Ana Granja. En la Casa da Cultura –un feudo conservador– también fue la lista de Granja la que contó con más apoyos, aunque tan solo por una veintena más de papeletas.
Lo cierto es que la lista de Ana Granja consiguió más apoyos que Tomás Fole en el año 2007, que se había quedado a 455 votos del PSOE de Enrique León en aquel entonces, ambos con siete ediles en la Corporación. Conservadores y socialistas tienen ahora la misma representación, pero con mayor apoyo en las urnas en lo que se refiere a número de votantes.
El apoyo al proyecto y lista de Alberto Varela fue más notable en las mesas del centro urbano, frente a aquellos núcleos rurales y periurbanos, en donde las papeletas fueron más favorables al PP.
Los nacionalistas también experimentaron una subida importante en todas las mesas respecto a los resultados obtenidos hace cuatro años. Subieron en todas las mesas y en algunas de ellas duplicaron las cifras de hace cuatro años. De hecho tuvieron casi el doble de votos, pero no los suficientes como para llegar al tercer concejal que se les escapó por menos de una veintena de papeletas.
La reconversión de Vilagarcía En Común en las siglas de Esquerda Unida les permitieron mantener su concejal en el hemiciclo de Ravella. Mantuvieron apoyos en varias mesas, aunque hubo el muchas que lo bajaron. En todas obtuvieron votos. El desgaste de la marca Podemos a nivel estatal se dejó notar también en las municipales.. En general la formación morada perdió apoyos en todas las mesas, lo que les impidió llegar al 5 % mínimo que se requiere para lograr representación. Vox obtuvo algún voto en todas las mesas de Vilagarcía y mejoró su resultado respecto a hace cuatro años. La mesa con más apoyos fue la de la Casa da Cultura y A Laxe, los dos feudos tradicionalmente conservadores.