La isla de Cortegada, situada frente a Carril, es un enclave que despierta cada vez un mayor interés. Fueron ocho mil las personas que se pasaron por el parque nacional durante este verano, siendo el que más aumentó las visitas de todo el conjunto de Illas Atlánticas, según dio a conocer esta mañana la conselleira Ángeles Vázquez.
Para cuidar y proteger este ecosistema, al mismo tiempo que se da a conocer, Medio Ambiente puso en marcha un programa de voluntariado intergeneracional que finalizó el pasado fin de semana. Una iniciativa que permitió que Cortegada recuperase el lavadero que utilizaban los antiguos pobladores, antes de que el malogrado regalo a Alfonso XIII los desalojase de unas tierras que daban cuantiosas cosechas y de unos hogares que aún levantan sus ruínas orgullosas cara al mar.
"Houbo que quitar a maleza e palear a terra da zona do canal", explica Alba González Abuín, de Corticata, que coordina estas labores. Con la limpieza del desagüe, el agua vuelve a correr por un lavadero que ahora, en invierno, utilizarán otros pobladores: Los pájaros. Como el carpintero que amenizó el recorrido de las autoridades, pero sin dejarse ver. Al igual que la corza que llegó hace un tiempo a Cortegada, ya para quedarse. Durante este verano se dejó ver timidamente, también algún afortunado pudo verle la parte trasera antes de su tímida estampada, durante el paseo de esta mañana. Zorros y jabalíes, "os pequenos moi sociables" (explica Alba González) forman parte de la extensa fauna de la isla. Como las vacalouras, especie protegida que Vázquez pudo tener en la palma de la mano. Un tesoro de los que no se tasan.
La flora es también variada y cuidar la diversidad, protegiéndola de especies invasoras e invasoras, es otro de los objetivos del programa intergeneracional de voluntariado. Por ello, una de las labores que realizaron fue la limpieza de especies como la espinaca de Nueva Zelanda. Y, por supuesto, los eucaliptos. "Son toneladas os que se retiraron nestes anos", explica la conselleira en una zona del bosque donde todavía se pueden ver algunos de gran porte (los más antiguos se dejarán) y que ya se encuentra bastante despejada.
La limpieza de las playas es otra de las tareas que incluye el programa. Vázquez apuntó que cada vez es mayor la concienciación ciudadana, pero reclamó que no cesen los esfuerzos. "Nas illas non pode haber papeleiras", apuntó la conselleira, que reflexionó sobre que "non se pode vir a un parque natural e tirar un envoltoiro de caramelo ou unha botella". Pocos minutos después los propios guías de Corticata recogían, ya en la playa, un vaso de plástico.
Proteger y cuidar el entorno, que esconde entre sus laureles maravillosas historias y que es guardian de un patrimonio natural y cultural que se entremezclan, es un objetivo que se marcan desde Parques Nacionais y desde la Consellería de Medio Ambiente. La isla atrae gente que ni conocía su existencia. "É unha illa fantástica, tamén desde o punto de vista educativo", apuntó Vázquez, que destacó que los voluntarios de este fin de semana "non era da zona" y propiciarán "que outros voluntarios veñan á illa".
El programa de voluntariado se lleva a cabo en colaboración con la Consellería de Política Social. Las visitas a las Illas Atlánticas superaron las 400.000 durante este verano, 22.000 más que el anterior. La labor de retirada de eucaliptos que se llevará a cabo en octubre se completará con la plantación de otras especies.