Vehículos aéreos no tripulados, drones e Inteligencia Artificial son los principales ingredientes de un proyecto que busca crear una plataforma con datos históricos que mostrará dónde está y cómo es la mejilla con la que los bateeiros deben nutrir sus cuerdas. El proyecto –pionero a nivel mundial– fue presentado ayer en el Centro de Investigacións Mariñas (CIMA) tras una primera fase de pruebas técnicas que ha culminado con éxito. En ella se volaron drones en la costa a una altura de unos 15 metros que tomaron imágenes de las rocas con una precisión máxima que, a día de hoy, no se consigue con la tecnología de satélite. “Hemos logrado un ratio de éxito del 95 %”, explica Carlos Fernández de la Peña, CEO de Telespazio Ibérica, una de las firmas que participa. Ahora la segunda fase comenzará, previsiblemente, en primavera. Se peinará toda la costa para obtener los datos que serán después procesados por Inteligencia Artificial mediante un algoritmo muy preciso. De estos datos se obtendrán elementos importantes dado que esta tecnología permite diferenciar la mejilla del percebe e incluso de las algas, así como detectar aquellas zonas en las que la semilla ha sido rascada. Para elaborar ese histórico el tiempo que se ha estimado es de tres años, que es la duración que tiene este proyecto tecnológico amparado por la Axencia Galega de Innovación de la Xunta de Galicia.
El director del CIMA, Carlos Gabin, apunta que hasta ahora los datos sobre la mejilla en las rocas se hacían con personas y que –por lo tanto– este sistema agilizará notablemente el proceso. “Gañamos tempo”, asegura. “Con eses datos esperamos poder ter un histórico no que se poderá ver como se atopan as poboacións de mexilla, como quedan despois da recolecta por parte do sector e como se recuperan nese mesmo punto”, valora.
Datos fundamentales teniendo en cuenta que la mejilla se regenera de forma natural y que a día de hoy –con la nueva campaña de extracción a la vuelta de la esquina– todavía hay notables discrepancias sobre qué zonas deben estar abiertas para el sector bateeiro. En todo caso Carlos Fernández de la Peña incide en que “los drones proporcionan información objetiva que luego las autoridades políticas convierten en normas y regulaciones. Nuestro trabajo es puramente científico, va a aportar los datos para ayudar a tomar esas decisiones”.
En teoría, y según se explicó en la jornada informativa del CIMA, los datos obtenidos serán de acceso para el sector y para las cofradías, que contarán con una radiografía de primera mano de cómo es el estado de la mejilla en el litoral e incluso del reclutamiento.
La presentación del proyecto en el CIMA de Corón se hizo ante responsables de diferentes asociaciones del sector bateeiro, principal interesado en que se obtengan unos datos reales sobre el estado de la mejilla en la costa gallega. El presidente de la asociación San Amaro de Vilanova, Juan Carlos Juncal, manifestó que “para nós é unha ferramenta moi útil porque vai pasar información real que debería ser tida en conta pola administración”. De hecho el sector expone que los datos en los que la Consellería do Mar se ha basado en estos dos últimos años tienen 30 años y que no responden a la situación actual ni responden a la problemática que se viene sufriendo en las últimas campañas. “Xa hai avances para variar as datas de recollida en función de como estea a semente, que é algo lóxico. Parar as recollidas nos momentos nos que bioloxicamente non sexa adecuado”, explica Juncal. El bateeiro expone que estos días se percibía bastante cantidad de semilla en las rocas, pero que es consciente de que quizá con estos últimos temporales de mar mucha de ella se ha desprendido. De ahí que habrá que ver cómo está cuando amaine el tiempo.
El proyecto fue adjudicado por un importe de medio millón de euros y está siendo desarrollado por la compañía Telespazio Ibérica, un consorcio en el que también participan las empresas gallegas Aeromedia y Bahía Software, el centro tecnológico Gradiant y el Instituto de Investigacións Mariñas IIM-CSIC, con sede en Vigo. El Centro de Investigacións Mariñas y el Centro Tecnolóxico do Mar fueron las entidades que identificaron este reto, que busca dar respuesta a las demandas de todo un sector utilizando la tecnología. Este es uno de los cinco proyectos adjudicados por la Axencia Galega de Innovación financiados con los Fondos Feder de Recuperación, transformación y resiliencia de la Unión Europea. Un paso más a la transformación digital utilizada para ayudar a sectores productivos.