La Festa da Ameixa regresa al pueblo de Carril y se da un baño de masas con sabor a Cortegada

La Festa da Ameixa regresa al pueblo de Carril y se da un baño de masas con sabor a Cortegada
Así estaba la carpa I MÓNICA FERREIRÓS

Abarrotada. Así estaba la Alameda de Carril en una jornada en la que la niebla, con la que el mar protege de cruentas olas de calor, se alió con la organización de la Festa da Ameixa. “Xa estaba todo preparado”, reconoció el presentador del evento, Eloy Magariños. Había furor por el bivalvo y también por los pregoneros, los Mozos de Arousa, pero sobre todo había muchas ganas de disfrutar de una celebración que se liberó de uniformes y regresó a su esencia. “Devolviste la fiesta al pueblo”, le dijo una mujer al patrón mayor, Javier Quintáns.
 

La celebración regresó al Carril de Fernando Berride, Nano. Que con cinco años fue por primera vez al mar, para ayudar a su familia. En unos tiempos de hambre, sin neopreno. Con el nordés impactando de lleno sobre un espíritu que hoy, a sus 93, sigue adorando la salitre.

 

Entrega premio nano berride
Un emocionado patrón entrega el premio a Fernando Berride I MÓNICA FERREIRÓS


 

“Moitas gracias a todos e sobre todo á cofradía”, dijo mientras un emocionado Quintáns, en esos momentos más sobrino que patrón, le entregaba el reconocimiento más sentido de la jornada. Y eso que estaba reñido, ya que al palco de Carril también se subió otro de los sellos de la villa que mira a Cortegada: Toña Paz con sus “Peperetes”, tal y como los definió Magariños. Los artífices de las conservas que se encuentran en las despensas de los Beckham y en los mejores restaurantes de todo el mundo.

 

Una historia de éxito

Es gracias, aseguró Jesús Lorenzo, CEO de la conservera, a las manos. Las manos de las mariscadoras, parquistas y rañeiros que traen “o mellor produto”. Y las manos de las operarias que “con toda a delicadeza” eternizan el sabor. Por el medio, un paso crucial. El de la receta de Toña Paz.
 

El presentador trató de sonsacársela, pero la aludida se hizo fuerte. “Es secreto de Estado”, bromeó. Sí dio algunas pinceladas: “Mimo, cariño y fuego lento”. Ingredientes todos ellos fundamentales para una empresa exitosa, comprometida con la cultura y el entorno, valores que se tuvieron en cuenta para el reconocimiento, y que el año pasado generó 32 puestos de trabajo. La Conservera Peperetes fue fundada en 1990 por Jesús Lorenzo padre, que sigue muy presente. Más de tres décadas después, con fama internacional, sigue apegada a Carril y con los pies en el mar.

 

Mozos pregon
Pregón de los Mozos

 

Un pregón muy televisivo

Otro de los reconocimientos emotivos fue a BATA, asociación que lleva 35 años luchando para que las personas con autismo vivan en sociedad con “plenos derechos”, tal y como explicó Mario Trigo. Su vínculo a Carril es también a través de Cortegada, parque nacional en el que llevan a cabo tareas de mantenimiento y limpieza de especies invasoras. El premio se lo dedicaron a Andrés, un miembro de la entidad que falleció recientemente.

 

Los pregoneros fueron los Mozos de Arousa, al menos dos tercios. Los hermanos Raúl y Borja Santamaría se dieron un baño de fans y encandilaron con un discurso lleno de humor. Os árabes ao marchar de Galicia, dicían con tristeza: se aleja la almeja”, aseguraba Borja. Su hermano, Raúl, se atrevió con una historia que, asegura, una “beyoncé” de la Ría (en referencia al bivalvo que da nombre  a la fiesta) le contó hace unos días, mientras se bañaba en  A Compostela. “Díxome que quería rodar unha película”, contó el Santamaría pequeño. El film llevará por título “El silencio de las almejas” para “deixarnos a todos sen palabras”. 

 

El alcalde, Alberto Varela, cerró el turno de intervenciones con un discurso en el que destacó la “unidad” entre Carril y la almeja pero, sobre todo, con el “esforzo e o coidado” de mariscadoras, parquistas o rañeiros, para “deleite” de todos. “Leva polo mundo o nome de Carril”, dijo sobre el bivalvo protagonista, pero no sería posible, apuntó el regidor, sin la “forza cos que os seus homes e mulleres encaran dificultades”.

Los actos de la Ameixa incluyeron actuaciones intercaladas de Cristian Silva, que con Xosé Piñeiro a la guitarra demostró que, en casa, el arte también se juega mejor. Acabó con la interpretación del himno gallego.

 

Fogones
Tras los fogones, para que nada falte I M.F.

Después, llegó el momento más esperado. Tres mil kilos de almejas se sirvieron desde las doce del mediodía en el entorno del puerto de Carril, donde las colas era multitudinarias para hacerse con uno de los tiques que permite el acceso al preciado manjar  Ya desde el Paseo Marítimo, la procesión de devotos del bivalvo se perdía entre la niebla. Y es que, ya lo dicen los Mozos, "en Carril namoramos coa ameixa".
 

La Festa da Ameixa regresa al pueblo de Carril y se da un baño de masas con sabor a Cortegada

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