Los vecinos de A Escardia, barrio situado frente a la estación de tren, podrán poner fin a las dificultades que sufren para comunicarse a pie con el centro del municipio. Y es que el Concello renovará el ascensor del paso subterráneo, poniendo fin a años de calvario.
 

Será la firma Schindler la encargada de llevar a cabo la renovación del ascensor. Con una inversión de 48.377 euros, la actuación permitirá mejorar el servicio que utilizan a diario muchos vecinos de Trabanca Badiña y A Escardia, así como poner fin a los problemas que la instalación registraba “con numerosas avarías debido á antigüedade da maquinaria actual e ás frecuentes filtracións de auga que sufría”.
 

Los trabajos tienen un plazo de ejecución de cuatro meses. Consistirán en sustituir el actual elevador y su maquinaria por equipos de última tecnología que, además de tener mejor rendimiento y de aportar mayor comodidad y seguridad, son más resistentes y consumen menos energía.
 

Entre las mejoras que incluye el nuevo equipamiento está un sistema de seguridad que, en caso de parada o de corte de suministro eléctrico, mantiene siempre una reserva de energía suficiente para llevar el elevador al nivel más próximo y abrir las puertas, de tal forma que la gente no quede atrapada en su interior, hasta que se arregle la avería o regrese la electricidad..
 

Numerosas quejas

El paso subterráneo que comunica estos barrios con la estación de tren, facilitando el desplazamiento a pie hacia el centro del municipio, se construyó en 2012, en el marco de las obras de adaptación de la terminal a la Velocidad Alta, para impedir precisamente que se cruzasen las vías y tras la supresión de anterior pasos sobre los raíles que dejaron de estar permitidos.
 

Su puesta en marcha fue muy bien acogida por los vecinos de estas zonas, aunque desde el primer momento se registraron problemas en su funcionamiento. Una de las principales causas era la entrada de agua. Para resolver esta situación, el contrato incluye los trabajos de aislamiento e impermeabilización y saneamiento de las paredes interiores y el foso, así como la colocación de una visera en la salida al exterior.
 

“O uso intensivo do ascensor actual, xunto cos anos que levaba instalado e os actos vandálicos, son a causa das frecuentes avarías e do mal funcionamiento da instalación”, apuntan desde Ravella. Unas deficiencias que los vecinos denunciaron en numerosas ocasiones, la última de ellas en el Pleno de septiembre, haciendo hincapié sobre las dificultades para los mayores con problemas de movilidad o los progenitores que deben cargar carritos de bebé.
 

La actuación se llevará a cabo con los remanentes de 2022. Explican desde el Concello que la obra no se ejecutó hasta ahora porque hubo que esperar al reparto, aprobado por el Pleno, y reprochan al grupo municipal del PP que no lo apoyasen.