Un vilagarciano de 32 años de edad se enfrenta a una petición que supera los doce años de cárcel, acusado de maltratar de forma continuada y agredir sexualmente a su expareja. El juicio se celebrará el próximo miércoles en la sección segunda de la Audiencia de Pontevedra.
Los hechos fueron denunciados por primera vez en 2018, cuando la mujer puso fin a la relación sentimental que los unía, y de la que nacieron dos hijos, tras una denuncia por malos tratos. Tras la ruptura, según recoge el escrito de acusación, y al obtener la promesa de que se haría cargo de los niños, la mujer retiró la denuncia, pero asegura que los hechos volvieron a repetirse.
El 1 de enero de 2019 el acusado se trasladó de nuevo a vivir a la casa de la mujer y, recoge el Ministerio Público, realizó "constantes actos de violencia física", como empujones, golpes contra la puerta o agarrones del pelo. En varias ocasiones, tuvo que ser atendida en el Hospital do Salnés. Una de ellas, y según el relato de la víctima, fue tras despertarlo para que se hiciera cargo de sus hijos. "La agarró del pelo y le dio un golpe en la cara con el marco de la puerta de la habitación. A continuación, agarrándola por los pies, la tiró al suelo y la arrastró hasta el rellano de la escalera y le cerró la puerta de la vivienda", recoge el fiscal en su escrito.
El duro relato también recoge una violación en el portal de la vivienda, así como una ocasión en la que el acusado pasó con el coche a escasa distancia de la mujer y a gran velocidad, con el fin de amedrentarla, según recoge el fiscal.
Ante esta denuncia, en 2020 el Juzgado de Instrucción número 2 de Vilagarcía dictó una orden de protección contra la mujer, que está siendo atendida por el CIM. El fiscal pide para su expareja una pena de doce años por el delito de agresión sexual con penetración, otros dos más por sendos delitos de lesiones, dos y medio más por el de maltrato continuado y nueve meses de prisión por el de amenazas, así como 16 días de localización permanente por el de injurias.