La Fundación Galega contra o Narcotráfico estuvo ayer de Gala, pero eso no evitó que perdiese el tono reivindicativo ante un escenario en el que, recordó su presidente, Manuel Couceiro, el mal no descansa.
“En pandemia os narcos traballaron con máis devoción e incluso se creían que con máis impunidade”, aseguró Couceiro Cachaldora, que agradeció el freno incesante que suponen las fuerzas de seguridad.
Precisamente uno de los premiados de la noche era el Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil. El jefe de la Comandancia de Pontevedra, Simón Venza, fue el encargado de recoger la Nécora de Ouro de la mano de la subdelegada, Maica Larriba, y del presidente de la FGcN. El responsable del instituto armado en la provincia puso en valor las “horas de servicio” que no acaban en operaciones mediáticas, pero que siempre se hacen “con el ánimo del trabajo bien hecho”. Venzal tuvo un especial recuerdo para uno de los premiados a título póstumo de la noche, Hermelino Alonso, quien fue jefe del Servicio de Vigilancia Aduanera en Galicia. “Tuve la ocasión de trabajar con él”, recordó el jefe de la Comandancia de Pontevedra.
Precisamente a Hermelino Alonso se le reconoció su lucha sin cuartel contra el blanqueo de capitales procedentes del tráfico de estupefacientes. Su hijo, Pedro Alonso, recordó la dedicación al servicio público de su padre. “Estaba disponible a cualquier hora del día y de la noche”. Emotivo también fue el discurso de Maisa Pereira, hija del otro homenajeado a título póstumo, Agustín Pereira, del que recordó su “sonrisa tímida” y su afán por compartir. Al empresario y exalcalde le entregaron el premio “Siso Bartomé” por su labor de apoyo a las personas en circunstancias díficiles y por su promoción del deporte. Aunque, en realidad, la emoción estuvo a flor de piel durante toda la gala.
También hubo nervios en el premio que recayó sobre el psicólogo Antonio Rial Boubeta, un hombre acostumbrado a hablar en público que no pudo evitar emocionarse al hablar de su familia. Boubeta incidió en que el alcohol es el principal problema de salud pública en Europa, con “consecuencias neurocerebrais devastadoras” y tuvo un especial reconocimiento para quien le entregó el premio, el también psicólogo Manuel Isorna.
A la gala asistieron representantes políticos, del mundo policial y judicial y de otras asociaciones, que respaldaron así la labor que lleva a cabo la Fundación contra o Narcotráfico. Sobre este trabajo, su presidente, Manuel Couceiro, destacó el servicio de bienes decomisados, una iniciativa “na que somos pioneiros” y que gestionan en colaboración con el Colexio de Procuradores y con el apoyo de la Consellería de Xustiza. Couceiro Cachaldora no evitó en su discurso las críticas, pidiendo leyes menos garantistas. El presidente de la Fundación también reclama juzgados especializados contra el tráfico de drogas.