La música ha formado parte de ella desde pequeña. El azar o el destino, hizo que una guitarra llegase a sus manos y ahí empezó todo. La vizcaína Ízaro Andres, ofrecerá un íntimo concierto en el Salón García este domingo a partir de las doce y media poniendo el cierre al ciclo matutino “Achégate ao Salón”.
¿Cómo empezaste en el mundo de la música?
Supongo que desde siempre.. Es verdad que en mi casa se ha escuchado mucho la música y hemos bailado un montón, hemos ido a muchos teatros y las personas que hacen canciones, en mi casa era como un oficio super respetado. Ya desde pequeñita yo hacía mis canciones en mi cabeza sobre cosas que me gustaban. Yo sí que pensaba que todo el mundo hacíamos canciones sobre las cosas. Luego, cuando crecí, me di cuenta de que no. Entonces, pensé que igual sí que tenía una conexión especial con las canciones. Y siempre he estado muy unida. He cantado muchísimo siempre, pero nunca me lo había propuesto como algo que pudiera suceder... Ya en la universidad, a una chica que estudiaba conmigo, le tocó una guitarra en una tómbola, no la quiso, me la dio. Y me fui a mi casa, puse acordes en internet, y empecé a escribir un montón de canciones. Empecé a tocar en un montón de bares, a la gente le empezó a gustar. E hice un crowdfunding, saqué mi primer disco, y de repente, de ahí para adelante, aquí estamos hoy.
Eres compositora, cantante, diriges tus propios trabajos... ¿En qué faceta te sientes más segura?
Yo creo que un poco en todo. Es verdad que me siento más segura cuando entiendo todo el proyecto, en algo que se complementa. No tanto que sea como sólo la voz, o sólo la composición, o sólo cómo estás en el escenario, o sólo cómo conectas con el público. Creo que es como una ensalada de todos los ingredientes y me gusta cómo hacer la ensalada.
¿Y dónde te encuentras más cómoda? ¿En pequeños escenarios? Con la gente más próxima, como cuando tocabas en los bares, ¿o ya en conciertos más potentes?
Yo siempre he sido como muy de teatro. Me gustaba como que la gente estuviera sentada y todo eso, pero es verdad que con el tiempo estoy disfrutando también igual, o sea, a mismo nivel de que la gente esté de pie. Entonces, ahora que tengo opción de poder hacer muchas versiones del show muy diferentes, me gustan todas, porque cada cosa te permite hacer una cosa u otra. Y me gusta mucho poder estar experimentándolas todas.
¿Cómo nace Cerodenero, que es tu último trabajo? ¿Qué significa para ti?
Para mí es un disco bastante importante. Nació cuando estaba acabando la gira de Los Limones, que fue una gira un poco difícil para mí porque nació justo el disco en pandemia y tuvimos que rehacer la gira un montón de veces. Luego saqué un disco de colaboraciones también de Los Limones, y como que se hizo todo muy largo, muy difícil, muy pesado y de repente me quemé. Yo creo que me pasé de rosca trabajando y me empecé a sentir muy triste y dije: aquí está pasando algo. Esas canciones ya las iba escribiendo y era como subir una montaña y dije vale, tengo dos opciones, o no la miro y me va a hacer sombra, o me apunto a la psicóloga, me compro unas botas y me subo a esta montaña, y me la bajo, claro. Y eso hice. Todo ese camino es Cerodenero, que para mí es como una expedición de alta montaña, de intentar conocer mis traumas de la sobreexposición, de la mediatización, un poco de este mundo frenético, de esta profesión nuestra tan extraña, tan bella pero tan extraña. Eso es Cerodenero.
¿Me decías que habías hecho un disco de colaboraciones, con artistas como Amaral, Zahara, Rozalén, Xoel López, ¿qué te ha aportado a ti esta experiencia y compartir con ellos todo eso?
Para mí era un momento de mucha inestabilidad, y un disco de colaboraciones siempre es súper complicado, pero es verdad que hacerlo con estas personas, a mí me trajo muchísima estabilidad, y me reconfortó mucho. Me reconfirmó mi espacio en todo este mundo, y para mí fue como una palmada gigante, Me sentí en una red gigante y para mí fue muy importante.
¿Y cuáles son tus proyectos ahora ya a corto plazo? ¿En qué estás trabajando? ¿Cómo se presenta tu gira?
Ahora estamos a tope con la gira, y estamos súper contentas, porque es verdad que la anterior gira de Limones, yo la acabé bastante mal, porque me costaba mucho salir al escenario, estaba un poco enfadada con seguir enseñando cosas de mi vida... Ahora, después de haber hecho todo el trabajo y entender todas las cosas, de poner todo en su lugar, esta gira se siente preciosa. Estoy deseando que lleguen los conciertos, lo disfruto muchísimo. No doy nada por sentado, soy súper consciente de que estamos viviendo un momento súper bonito, de que tenemos un equipo súper bonito, que nos sentimos como invencibles, todas juntas, y que igual no es así para siempre, y que hay que disfrutar... Ahora estoy con esta gira como que quiero tocar en todos los sitios, quiero enseñarlo a todo el mundo, quiero viajar, quiero hacerlo todo. Estoy muy contenta.
¿Este domingo vas a actuar en “Achégate ao Salón”, en Vilagarcía, ¿qué van a descubrir de ti aquellos que se acerquen a verte?
Tenemos como varias versiones del show, y en esta que vamos a llevar a Vilagarcía va a ser un show acústico, como más íntimo, más pequeño... A mí me permite muchísimo más poder cantar, más a gusto, incluso mejor, porque hay muchísimo más espacio para la voz, y me da también opción a poder hablar más, que me gusta muchísimo hablar con el público. Yo creo que, sobre todo, para la gente que viene a conocernos, es el show más adecuado, porque es como entrar a una cocina de una casa y que te digan: siéntate que te hago de comer. Para mí es muy bonito.