El asturiano Luis Hombreiro llegó a Vilagarcía a principios de septiembre. Su amplia formación (es doctorado en Biología) la aplicó desde el primer momento a su trabajo en la Policía Nacional, donde cuenta con una dilatada trayectoria en la que su especialidad universitaria le permitió aplicar grandes avances.
Su llegada a Vilagarcía supuso redirigir los esfuerzos hacia lo cotidiano y, desde el primer momento, se dio cuenta que el principal problema se encontraba en el menudeo de sustancias estupefacientes.
De hecho, Hombreiro contemplaba sorprendido como incluso se hacía sin demasiada precaución. Y así se convirtió en su primer objetivo.
Solo había pasado mes y medio desde su toma de mando cuando se asestó el primer golpe directo. Fue en un establecimiento hostelero de Carús, donde incluso se detuvo a una camarera a la que le incautaron 33 bolsitas termoselladas con cocaína.
Pero la Comisaría de Vilagarcía tuvo también mucho que ver en la operación conjunta de la Udyco y la Edoa que se desarrolló un mes después. El resultado fue la desarticulación de un laboratorio, la incautación de unos treinta kilos de cocaína y la detención de doce personas, entre ellos un conocido hostelero.
La labor que hacen los policías de “paisano” es fundamental en la investigación. “Hemos conseguido que se escondan”, asegura Hombreiro. Ahora comienza la siguiente fase: Descubrir dónde se encuentran los escondites.