Vilagarcía contará en el cementerio municipal de Rubiáns con un monolito con el que se busca recordar y honrar la memoria de las víctimas del franquismo, tanto durante la Guerra Civil como en la posguerra más dura vivida en Galicia. La Xunta de Goberno Local acaba de autorizar la colocación de un elemento que ayudará a generaciones venideras a no olvidar su pasado y –sobre todo– a recordar los trabajos que desde el grupo de trabajo de Memoria Histórica de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) dirigido por el profesor Lourenzo Fernández Prieto se realizaron en este punto en noviembre de 2021.
En aquellos trabajos –en los que también colaboraron activamente a nivel documental tanto el Faiado da Memoria como la Iniciativa pola Memoria Histórica de Vilagarcía– no se encontraron restos. Las numerosas ampliaciones y modificaciones del camposanto a lo largo de los años (motivadas por las necesidades funerarias parejas al incremento de la población) imposibilitaron una exhumación que deseaban no solo los historiadores, sino también los familiares de las víctimas.
Eso sí, el propio grupo de investigación de la USC reconoce y constata que en ese cementerio hay una fosa común, pese a que los cuerpos posiblemente ya no podrán localizarse nunca.
Ahora, y con el objetivo de no olvidar esos trabajos y –sobre todo– a aquellos que los motivaron, el Concello autoriza la colocación del monolito conmemorativo. Es el primer paso para lograr que este elemento luzca en este espacio tan transitado. Desde la propia administración local advierten que además de la licencia el grupo de investigación necesitará de otros trámites ante otras entidades –entre ellas Patrimonio de la Xunta– al ser el cementerio de Rubiáns un bien protegido y catalogado de forma oficial.
El monolito completará la información que ya se ofrece en el panel que la Iniciativa Cidadá pola Memoria Histórica de Vialgarcía colocó –con fondos particulares y donaciones– a la entrada del propio campo santo. De hecho es en ese panel donde se encuentran las historias de aquellos que fueron asesinados en esa fosa común y donde se les pone nombre y cara a los que se buscaron, pero que no aparecieron en las excavaciones.
El monolito servirá ahora para dar voz a aquellos a los que se les silenció a golpe de pistola y cuyo recuerdo pervive en la memoria de aquellos que no quieren olvidarlos.