Una presunta red de traficantes que operaba desde Arousa se sentará la próxima semana en el banquillo de la Audiencia Provincial de Pontevedra. La sección cuarta reserva dos jornadas, la del jueves y el viernes, para una vista en la que se les acusa de introducir heroína en Galicia.
El escrito del fiscal señala que los investigados desarrollaron su actividad entre los meses de noviembre de 2018 y enero de 2020 y que consistía en el acopio y comercialización de distintas partidas de sustancias estupefacientes, en concreto heroína y metanfetamina, de las que se proveían para su distribución en el mercado ilícito.
El ministerio público indica que, para ello, utilizaban compartimentos ocultos en vehículos que transformaban en talleres clandestinos, “habiéndose podido concretar la ubicación de tres de ellos en polígonos industriales de las localidades madrileñas de Moraleja de Enmedio y Humanes”, señala en el escrito.
Uno de los acusados es un ciudadano albanés que residía en A Illa de Arousa, donde se guardaban también varios de los vehículos utilizados para los desplazamientos de la presunta red de narcotraficantes. Uno de los viajes constatados por los investigadores tuvo como destino Rumanía.
La detención del vecino de Arousa fue llevada a cabo por un amplio dispositivo, coordinado por la Policía Nacional y la Guardia Civil. La operación Fireball-Kazino comenzó a mediados de enero de 2019, cuando se detectó un significativo repunte en la venta de estupefacientes en la localidad de Carballo. En concreto, en un domicilio de Goiáns, donde residía una pareja con numerosos antecedentes por tráfico de drogas.
La Guardia Civil estableció un control sobre la vivienda, descubriendo varias visitas que, con muchas medidas de seguridad, realizaba el residente en A Illa, que recientemente había salido de prisión.
Las sospechas de los agentes se acrecentaron al ver que el albanés no tenía ninguna actividad remunerada, pero en cambio hacía uso de diversos turismos de alta gama. Además, se pudo comprobar una vinculación
con otro individuo con antecedentes por narcotráfico.
Fue entonces cuando el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado comunicó a la Guardia Civil la coincidencia con otra investigación sobre este mismo individuo, por parte de la Policía Nacional, trabajando ambos cuerpos de manera conjunta. La investigación fue dirigida por el Juzgado de Instrucción número 1 de Vilagarcía.
El grupo, según considera probado el fiscal, utilizaba zulos en zonas boscosas para guardar la droga, además de un piso en Vigo. A la red se le incautó más de diez kilos de heroína, además de vehículo, diverso dinero en efectivo y coches de alta gama, así como vehículos adaptados para el tráfico de estupefacientes y una escopeta sin permiso. El fiscal pide para ellos penas que van desde los tres a los nueve años de prisión. El juicio será el jueves y el viernes.