La Biblioteca Municipal Rosalía de Castro acaba de realizar una actualización de las normas de uso para adaptarse a los nuevos tiempos, tanto por el crecimiento de la demanda desde el traslado como por las nuevas tecnologías y medios de transporte individuales. La mayoría de los 18 puntos de los que constan estas normas, explican fuentes municipales, “son de convivencia e case de sentido común”, pero se ve necesario reunirlas en un documento, aclarando así algunas dudas que manifestaban los usuarios.
Una de las normas es que no se permite la reserva de puestos de lectura. Además, la ausencia de este durante un tiempo superior a treinta minuto dará derecho a su ocupación; los funcionarios de la Biblioteca podrán advertir a quien incumpla la norma e, incluso, llegado el caso, retirar sus pertenencias de la mesa.
Por otra parte, no estará permitido el acceso a las instalaciones de Castelao con elementos que puedan la libre circulación o supongan una molestia, como maletas, bicicletas o patinetes. La única excepción son aquellos necesarios para la movilidad, como sillas de ruedas, andadores o carros de bebé. Los teléfonos móviles tendrán que estar apagados o, en su defecto, silenciados y no se permitirá la entrada al centro con comidas o bebidas (salvo agua) o con animales, a excepción de los perros guía. La realización de vídeos o fotografías tampoco está permitida, salvo autorización expresa de la dirección de la biblioteca o de los propios usuarios.
En cuanto al uso de los fondos, todas las personas están obligadas a mantener el catálogo bien ordenado, dejando los originales consultados en las mesas o carros habilitados. Los materiales solo se podrán llevar fuera previa gestión del préstamo o con un permiso expreso. Si se dañan o pierden, los usuarios deberán reponerlo. Además, los funcionarios están facultados para expulsar a los usuarios que muestren conductas inapropiadas.