El gobierno local de Vilagarcía da por retocadas el 90 % de las imperfecciones que se detectaron en la zonas verdes del primer tramo de ciclovías. Así lo señalan fuentes municipales, que apuntan a que fue la empresa que ejecutó la obra la encargada de repintar algunos puntos en los que el material se había diluido y en los que el color verde se había disipado casi por completo. Ha sido el caso de zonas como Doutor Tourón o As Carolinas, las más afectadas por el “destintado”.
Sin embargo las zonas rojas –aquellas que definen el espacio en el que se cruzan las ciclovías con las vías de tránsito de vehículos a motor– todavía tendrán que esperar. Desde Ravella apuntan que el material que se usó en su día para pintar de rojo puntos concretos no era el más adecuado. De hecho apenas resistió el desgaste por el paso de vehículos pesados, de ahí que en la mayoría de los casos la pintura roja haya desaparecido casi por completo. Es por ello –y reconocido el fracaso del material inicial– que el Concello debe ahora modificar el proyecto para poder incluir en el mismo una pintura mucho más resistente. Desde Ravella señalan que en estos momentos se está redactando la citada modificación, dado que los materiales que ahora se necesitan no estaban incluidos en el proyecto inicial. ¿Plazos de ejecución para verlo todo terminado? De momento no hay fechas concretas.
Eso sí, desde el Concello insisten en que los problemas detectados con los colores en las ciclovías y en los denominados espacios de convivencia (los amarillos) no impiden el uso normal de estas nuevas vías de circulación. Recuerdan que los colores se emplearon en el proyecto para dar una mayor seguridad visual y para advertir exactamente qué zonas son para los ciclistas, cuáles para los vehículos de motor y las que son de uso compartido.
Explican desde la administración municipal que –de hecho- en muchas ciudades ni siquiera hay una diferenciación clara de colores entre la calzada por la que van los coches y por el tramo reservado exclusivamente para las bicis. Apuntan, pues, que el desgaste no impide en ningún caso que las ciclovías se puedan usar. El desgaste tras la ejecución de esta infraestructura se empezó a ver a las pocas semanas, lo que despertó numerosas críticas.
Lo que está claro es que el proyecto de esta primera fase de las ciclovías ha sido cogido con cierto reparo por la ciudadanía y no exenta de críticas sobre la eliminación de plazas de aparcamiento en determinados puntos de la ciudad y los atascos que se producen en determinadas horas en la avenida Rodrigo de Mendoza y en la avenida Doutor Tourón. Sin embargo en más de una ocasión el alcalde de la ciudad, Alberto Varela, advirtió que es un modelo que viene para quedarse, aunque todavía no hay plazos sobre la mesa para llevar a cabo las fases que todavía faltan. Desde el gobierno local defienden su llamado “modelo de ciudad” con la intención de priorizar las zonas peatonales y también crear infraestructuras para que los vehículos que no son de motor puedan circular con tranquilidad.