La recomendación emitida estos días por la Comisión Europea de que se prohíba también fumar en las terrazas de los establecimientos hosteleros no asusta en absoluto a este sector en la capital arousana. Desde el organismo europeo insisten en que se trata de una recomendación para intentar reducir al máximo el consumo de tabaco. Sin embargo son los propios estados los que deberán tomar la decisión y legislar al respecto, dado que son ellos los que tienen competencia en materia de salud. El representante de los hosteleros dentro de Zona Aberta y propietario de un bar de copas, Rafa Barreiro, indica que “yo lo veo bien. No cuesta nada salirse de la terraza e irse más lejos a fumar. Entiendo que hay a gente que le pueda molestar y, de hecho, muchos fumadores ya hacen eso”. Reconoce que “cuando hay un cambio al principio siempre puede parecer que cuesta, pero después todo el mundo acaba adaptándose”. Algo que ocurrió –recuerda– con la prohibición hace ya años de fumar dentro de los propios locales de hostelería. “En aquel momento todo el mundo se echaba las manos a la cabeza y al final la gente lo fue asumiendo”, declara.
David Jiménez, que regenta un negocio de hostelería de comidas en el centro de la capital arousana opina más o menos lo mismo. “Es cierto que entre platos o en el café pues la gente acostumbra a fumar. ¿Si creo que afectará y que la gente dejará de venir? No lo creo”, señala.
De hecho recuerda que ya durante la pandemia hubo una fase en la que se prohibía fumar en las terrazas y en la que “todo el mundo la asumió. Si ahora se aplica esa norma pues se adoptará con absoluta normalidad”.
Una opinión similar comparte José Dieste, también con un local de comidas. “Non creo que no caso de aplicarse esa prohibición nos vaia afectar de xeito negativo. Sabemos que se se fai é algo ao que nos temos que acostumar e xa está”. Recuerda también la época en la que el gobierno central prohibió el consumo en interiores y “agora se o vemos parécenos algo absolutamente do medievo”.
Desde la Comisión Europea no solo hacen referencia a las terrazas, sino también a otros espacios recreativos como parques, piscinas al aire libre o paradas de transporte público. Se trata más que nada de evitar el consumo de tabaco en aquellas zonas en las que puede haber más niños y adolescentes, que se consideran colectivos vulnerables.
La hostelería –al menos la vilagarciana– no espera que de aplicarse lo recomendado en España sus negocios se vayan a ver perjudicados.