El vilaxoanés Xaquín Chaves regresa a un espacio que domina a la perfección. La sala Rivas Briones vuelve a vestirse con el colorido de un artista multidisciplinar que ofrece al público vilagarciano lo que considera su exposición “máis icónica”.
Sobre una treintena de obras, mayoritariamente pinturas aunque también hay esculturas, que van desde el expresionismo hasta lo más abstracto como un viaje que recorre las etapas intercaladas de un autor que, eso sí, nunca renuncia al color. “Eu son moi metereolóxico”, asegura. Por ello, entre sus obras, que ocupan las dos plantas de la sala situada en la Casa de Cultura, pueden verse desde las nubes negras más invernales hasta el sol rojizo del verano, con evocaciones a flores, árboles, nubes y otras imágenes relacionadas con la naturaleza.
Una de las esculturas que preside la Rivas Briones, colgando desde la segunda hasta la primera planta, fue elaborada conjuntamente por Chaves y José Bravo y para la misma utilizaron 20 kilómetros de hilo acrílico. Ocupa cinco metros de alto y cuatro de ancho en un espacio en el que la luz contribuye a potenciar sus contrastes. “Hai unha selección moi estricta da obra”, asegura Chaves, que se define como “interdisciplinar” aunque “máis pintor que escultor”. Los soportes de las obras pictóricas son la tela y el papel.
Chaves asegura que en su trabajo siempre está muy “preocupado pola cor, que elaboro eu con pigmentos”. Y precisamente esa es la primera impresión que se lleva el espectador de una exposición que podrá verse hasta el 12 de junio y que cuenta también con un catálogo.. l