El Concello de Vilagarcía destinó el año pasado 2.997.716 euros a financiar los programas y prestaciones con los que los Servizos Sociais Municipais dan cobertura psicosocial y económica a las personas y colectivos más vulnerables d ela ciudad. El importante presupuesto refleja la elevada actividad con la que cuenta este departamento, tanto a nivel administrativo como de atenciones, según inciden desde Ravella.
De hecho, el año pasado fueron 1.757 usuarios (no repetidos) los que pasaron por las dependencias municipales para realizar todo tipo de gestiones y se registraron 5.285 intervenciones técnico profesionales. El volumen de trabajo queda también patente a nivel administrativo, con 2.266 expedientes creados en el periodo a estudio (990 más que en el ejercicio anterior).
El ejecutivo de Alberto Varela señala que las políticas sociales son una de sus “principales prioridades”, lo que se demuestra, señalan, “no incremento anual da partida que os orzamentos municipais reservan aos Servizos Sociais (151.408 euros máis que no exercizo anterior) ye no esforzo que as arcas municipais teñen que realizar ante a escasa colaboración económica”.
En este sentido, destacan que el Concello asume el 70 por ciento del presupuesto del Centro de Servisos Sociais Comunitario Básico, financiando algo más de dos millones de euros, frente a los 901.000 (el treinta por ciento) que aporta la Xunta de Galicia.
“Malia todo, o executivo segue apostando polas políticas sociais poñendo, non só os recursos económicos necesarios para garantir unha ampla cobertura das necesidades existentes, se non tamén, os recursos humanos. De feito, o cadro de persoal dos Servizos Sociais foise incrementando nos últimos anos para poder atenden a demanda existente. No ano 2023, o equipo contou con 16 persoas: 7 traballadores/as sociais, 4 educadoras sociais (1 máis que en 2022), 4 auxiliares administrativas e a Coordinadora (licenciada e Psicoloxía)”, apuntan fuentes municipales.
La organización del trabajo se estructura y se reparte en seis unidades, cada una de las cuales cuenta con su personal. Así,, los siete trabajadores sociales se reparten entre la Unidade de Traballo Social (cuatro profesionales), la de Primeira Atención e Emerxencias (dos) y la de Apoio á Unidade de Convivencia (uno).
Las cuatro educadoras están adscritas a la Unidade de Educación Social y las cuatro auxiliares administrativas a la que se dedica a los trámites. Dirigiendo toda la actividad se encuentra la coordinadora.
Además, el departamento se organiza en tres grandes áreas de prestación, entre las que se llevan a cabo diez programas y 25 proyectos. A través de la de Apoio de Convivencia e Axuda no Fogar se presta el SAF y otros programas como Xantar na Casa o la teleasistencia domiciliaria, el de apoyo a la infancia (con el que se financian los gastos de las escuelas infantiles públicas) o el de educación y apoyo familiar (con el Conciliatardes).
En el área dedicada a la Prevención e Inserción se llevan a ca bo la atención a mayores y personas con limitación, se ofrecen las prestaciones de Emerxencia Social y la s ayudas a la escolarización y los estudios superiores, así como la atención a personas sin hogar o el proyecto de inclusión para personas de etnia gitana, así como talleres de estimulación cognitiva y psicomotriz o el bono bus municipal para mayores.
La última gran área es la de Cooperación y Solidariedade Social, con programas como el Teatro Foro y Empatiza, así como las ayudas a entidades sociales y el protocolo de colaboración.