El Concello de Vilagarcía rendirá homenaje a cinco vecinos de la localidad que –como consecuencia de la Guerra Civil y de la persecución posterior a los derrotados– fueron deportados y acabaron en campos de concentración.
Son Antonio Lamas Jueguen y Ramón Diz Rivas (de Vilaxoán), José García Rodríguez y Antonio Quintáns Romero (los dos de Carril) y Francisco Varela Loureiro (de Vilagarcía). Salvo el primero el resto fueron asesinados en el campo de concentración de Gusen, complementario al de Mauthansen.
El Concello anuncia este homenaje coincidiendo conque este jueves es el “Día de recordo e homenaxe a todas as vítimas do golpe militar, a Guerra e a Ditadura”, establecido en la Ley de Memoria Democrática y al que el gobierno local quiere sumarse con esta iniciativa.
Lo cierto es que la acción se puso en marcha en los años 90 del año pasado de la mano del artista alemán Gunter Demnig. Se trata de las denominadas “Stolperstein” –piedras del tropiezo en alemán–. Son unos adoquines de 10x10x10 centímetros que en la parte supoerior llevan una tapa de latón con la inscripción “Aquí viviu...” y después el nombre de la víctima de los nazis, la fecha de nacimiento y la identificación del campo al que fue deportado y –en estos cuatro casos– asesinados.
La intención de Demnig es que esas pequeñas piedras sobresalgan ligeramente , de ahí el apelativo de “tropiezo” y que –unido a la cubierta metálica– obliga al caminante a prestar atención y –llegado el caso– a inclinarse para conocer lo que allí se cuenta, un gesto que no deja de ser un reconocimiento a las víctimas.
En el caso de Vilagarcía las piedras serán instaladas en la Praza da Liberdade de Carril, en la Rafael Pazos de Vilaxoán y la intersección de Valentín Viqueira con Rey Daviña, en el centro urbano.
Las “stolperstein” están presentes en calles y plazas de más de veinte países y se calcula que ya se instalaron unas 100.000. De hecho se considera el mayor monumento descentralizado del mundo.
Además de realizar una labor de documentación previa desde el Concello se contactó con familiares de las víctimas, que conocen de primera mano las intenciones del gobierno municipal en este sentido. Las “stolperstein” serán instaladas una vez que se culmine el proceso de compra, que tiene su propio protocolo al tratarse de un proyecto artístico y memorialístico.
De las cinco víctimas Antonio Lamas Jueguen, nacido en el año 1912 en Vilaxoán, fue el único que sobrevivió. Se exilió a Francia en 1939 y fue deportado en 1944 a Buchenwald (Weimar, Alemania) y liberado al año siguiente. Falleció en el año 1989 en Sète, en Francia.
No corrieron la misma suerte el resto. Ramón Diz Rivas –también nacido en Vilaxoán en 1897– fue deportado a Mauthausen en 1940 y asesinado en enero de 1944 en Gosen. La misma suerte corrió el carrilexo José García Rodríguez, nacido en 1909. Él fue deportado a mauthausen en 1940 y aesinado en Gusen en 1941.
Por su parte Antonio Quintáns Romero –nacido en Carril en el año 1909– fue deportado a Mauthausen en 1940 y asesinado en Gusen en marzo de 1942. Por último Francisco Varela Loureiro, de Vilagarcía, fue deportado primero a Angulema (en Francia) para terminar en Gusen en donde fue asesinado en abril de 1941.
No es el único homenaje que el Concello de Vilagarcía tiene previsto realizar en los próximos meses. De hecho no hace mucho que –en colaboración con el grupo de investigación de la Universidade de Santiago– se anunció que se colocará un monolito en el cementerio municipal de Rubiáns precisamente en la zona en la que se excavó para encontrar la fosa común.