Vilagarcía ya empieza a dar los pasos importantes para, en el horizonte de 2026, convertirse en la puerta de entrada del turismo náutico en Arousa, con la puesta en marcha de una estación marítima que complementará al albergue de peregrinos, ya a punto de entrar a formar parte de la red pública gallega. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, estuvo en el muelle de Pasajeros para anunciar el inicio inmediato de las obras que darán un notable cambio a un espacio que cuenta con un escaparate inmejorable, la Ría, Cortegada y O Barbanza.
“En Vilagarcía non existía a posibilidade que xa é real noutros concellos”, apuntó el máximo mandatario gallego que incidió en que el turismo náutico cuenta ya con un importante potencial pero, destacó, sobre todo hay que tener en cuenta “o que vai ter”.
Rueda aseguró que durante el año pasado fueron sobre ocho millones y medio los turistas que llegaron a Galicia. “Non nos sobra ninguén”, apuntó el presidente. Se trata de tres millones más que los que se registraron en el año previo a la pandemia. “Hai que conseguir que sigan vindo e tamén hai que desestacionalizar”, apuntó el responsable autonómico, en un primer día de febrero, dijo “fantástico” para toda la gente “que nos queira ver”.
Sobre el potencial de los visitantes que aporta el turismo náutico, “con un poder adquisitivo”, también incidió el presidente de la Xunta, que hizo hincapié en los buenos resultados de la ruta por el Ulla y el Mar de Arousa, en el papel promotor del Concello de Vilanova y en la importante ayuda del Cluster de Turismo.
“Hai que conseguir que esa xente que ten un poder adquisitivo importante veña e pase aquí tempadas, pero para elo hai que darlle cousas que lle chamen a atención e ter instalacións axeitadas”, apuntó Alfonso Rueda. Por ello, la Xunta de Galicia invierte 791.000 euros en la construcción del centro de recepción de peregrinos náuticos, que en unos días contará ya con la licencia de la Xerencia de Urbanismo.
El alcalde, Alberto Varela, destacó el papel impulsor del concejal de Turismo, Álvaro Carou, que promovió la idea de crear una pequeña estación marítima en un muelle de pasajeros que se utiliza, en la actualidad, como lugar de paseo. Precisamente el edil fue el encargado de tomar la palabra, por una indisposición del regidor, para ahondar en la importancia del paso, fruto de muchas reuniones desde hace más de un lustro, para “reconvertir o histórico peirao en terminal para pequenos cruceiros e unha estación marítima tan necesaria para Vilagarcía. Todos incidieron en que es posible gracias a la colaboración institucional.
“Nada máis chegar á Autoridade Portuaria díxenlle ao alcalde que íamos chegar a acordos importantes”, apuntó José Manuel Cores Tourís, que destacó la implicación de Rueda y enmarcó en este clima de diálogo el nuevo centro de salud en la Comandancia de A Marina.
Los servicios técnicos del Puerto valoran ahora una actuación que no está incluida en este proyecto, pero que sin duda está muy vinculada: La puesta en marcha de un nuevo pantalán para acoger buques multicasco. “Vilagarcía é o único porto da Ría no que non atracan catamaráns”, apuntó Cores Tourís, que destacó que estos viajeros encontrarán en breve en el muelle con un centro en el que conocerán la historia patrimonial y cultural de las comarcas de O Salnés y O Barbanza y “despois poderán ir a visitar as bateas ou os parques de cultivo”.
El proyecto, diseñado por Carolina Couselo, cuenta con un presupuesto de 791.000 euros y será ejecutado por Citanias, con un plazo de doce meses. Para la puesta en marcha de este centro de recepción de peregrinos náuticos, la Autoridade Portuaria de Vilagarcía puso a disposición de la administración autonómica todos los terrenos necesarios para la ejecución de obras.
Las obras contemplan la demolición del antiguo bar, que llevaba ya muchos años cerrado, y la reforma de lo que en su día fue la sede marítima del Liceo, el Club de Mar, también sin una utilización concreta desde hace más de una década. Esta última edificación ganará una planta y cambiará totalmente de aspecto, con un diseño más moderno. Contará con una tienda delictatessen, despacho para las oficinas y una cocina. Ambos puntos estarán conectadas por una zona verde que dulcificará el espacio y en la cual también habrá una estatua de Manolo Paz, con el nombre de “Terra e Aire”.