La agrupación de mariscadoras de Vilaxoán y la asociación de vecinos realizaron esta semana una limpieza en profundidad de O Castelete porque “parecía un vertedoiro”, señalan desde el sector profesional. Toneladas de basura salieron del arenal que ahora quieren regenerar con una gran aportación de áridos, pues se trata de un banco marisquero que aporta marisco de calidad, pero cuyo estado impide que sea más productivo y además, que resultaba hasta peligroso trabajar en él y disfrutarlo como playa.
Así lo cuenta el presidente de la agrupación de a pie, José Gómez, señalando que introducir las artes en la arena era casi tarea imposible, además de “un perigo porque estaba cheo de cristais, botellas rotas, etc.”. Escombros de ladrillo y plásticos son otros de los desechos que se encontraron en la limpieza realizada la semana pasada.
“Había todo tipo de porquería, parecía un vertedoiro, unha pena”, lamentó. Por encontrar, encontraron un barco de poliéster enterrado que tuvieron que sacar a cachos, escarbando en la arena. Y no solo supone un problema para los profesionales, el mariscador recuerda que se trata de la playa canina de la ciudad y además hay gente que la elige para darse unos baños y, de hecho, la asociación vecinal se apuntó a la limpieza también para volver a ponerla en valor como lugar de ocio.
Gómez explica que esperan tener resueltos los permisos para el aporte de arena antes de agosto, cuando la administración baja la persiana por vacaciones. Para esta operación cuentan con una subvención de la Consellería do Mar y se realizaría en el entorno de la pequeña rampa para embarcaciones. Ahora es casi un pedregal y, por el momento, no tienen previsto realizar una siembra. “Primeiro queremos ver se grazas á rexeneración, o marisco é capaz de reproducirse e aumentar a poboación porque é unha zona bastante boa, que dá bo recurso, pero non en grandes cantidades pola súa situación. No caso de que non, mirariamos de facer unha resembra, que xa tería que quedar para o ano que vén, para a primavera”.
El presidente de la agrupación vilaxoanesa también indicó que están apostando por la almeja japónica, pues la babosa está sufriendo una mortandad bastante elevada. De hecho, la que habían sembrado en la zona de As Saíñas “morreu toda”. El mariscador expone que, aunque es una especie “delicada”, claramente están notando los efectos del cambio climático, con el aumento de la temperatura de las aguas y de la presencia de algas que puede asfixiar el marisco, entre otras cuestiones. Pero además, en los últimos tiempos han vuelto a sufrir los ataques de un furtivo, un viejo conocido por el colectivo profesional, que hacía tiempo que no actuaba.