Caras pálidas, rostros llorosos, sensación de agobio y bellos de punta se percibieron ayer en los participantes en una actividad desarrollada por la Policía Local de Boiro en el IES Praia Barraña para sensibilizar a los jóvenes frente al problema de los accidentes de tráfico y sus trágicas consecuencias para las víctimas y sus familias. Fue a través de un simulacro, con el mayor realismo posible, del vuelco de un Ford Escort -cedido por Metales Taragoña-, con tres jóvenes atrapados, para lo que se precisó la excarcelación del coche por parte de los Bomberos boirenses, con la colaboración de la Cruz Roja de Boiro y de Noia. El conductor, Alejandro Tubío, que resultó ileso, carece de carnet y dio positivo en alcohol y drogas, por lo que acabó detenido mientras que las acompañantes, Antía Ramallo y Sabela Martínez, resultaron heridas grave y leve, respectivamente.
Luego contaron a sus compañeros la experiencia vivida. El rostro pálido que le quedó a Alejandro en el momento en que la Policía Local procedió a esposarlo e introducirlo en el coche patrulla, así como la sensación de agobio vivida por la dos protagonistas al estar durante muchos minutos dentro del coche volcado hablaron por si solas. Sus palabras formaron parte de los testimonios, algunos de ellos tan desgarradores que hicieron saltar las lágrimas de los presentes, que llegaron después en un aula del instituto. Sus mensajes llegaron con fuerza a estudiantes y el resto de ponentes, que ni se imaginaran la magnitud de lo que vivido allí.
Estaban representantes de quienes vivieron los accidentes en primera persona o sus consecuencias. Después de guardarse un minuto de silencio por las víctimas de accidentes de tráfico, tomó la palabra la delegada de Stop Accidentes en Galicia, Jeanne Picard, quien habló de lo que supuso el accidente registrado el 1 de enero del año 2000 en la antigua y mal llamada vía rápida de O Barbanza, en el que su hijo perdió la vida. El gerente de la autoescuela Martiño, José Ramón Romero, habló sobre lo que deben y lo que no deben hacer en la carretera; el jefe del parque boirense de Bomberos, Francisco Manuel Sampedro, contó algunas de las duras experiencias en las que tuvieron que intervenir con heridos e incluso fallecidos., y los enfermeros Sandra Pedreira y Diego Rodríguez relataron la atención que prestaron a las víctimas de un accidente, cuando regresaban a sus casas de su trabajos en el hospital y a las que estuvieron dos horas reanimando. Y muy grande fue el impacto que les causó Moncho Lorenzo, un tetraplégico de Escarabote, al relatarles lo que era su vida y de su familia antes y después de su accidente.