la piscina de llamativos colores rosa, naranja y amarillo que flota sobre un canal en Brujas contrasta con el habitual cielo gris de la ciudad: es el último proyecto del estudio de arquitectura español SelgasCano, que trae el sol y color español a la ciudad belga.
“Da como un aspecto tropical al sitio, más mediterráneo, que es un poco lo que queríamos traer porque esta es una ciudad muy de ladrillo”, explica en una entrevista Lucía Cano, fundadora junto con el también arquitecto José Selgas del estudio SelgasCano. “Tenía razón el director de la Trienal cuando decía que habíamos traído el sol a Brujas”, añade Selgas.
El estudio español se presenta en la segunda edición de la Trienal de Arte y Arquitectura de Brujas (que decora la ciudad hasta el próximo 16 de septiembre) con una estructura de madera amarilla que reposa sobre unos flotadores y de la que nace un túnel plástico de color fluorescente que varía de color según la incidencia y penetración de los rayos del sol.
“Es un material textil plástico que nunca habíamos utilizado y creo que nadie había utilizado en el mundo de la arquitectura porque viene del mundo de los textiles”, explica Selgas en relación a la “piel” del pabellón, que encontraron de forma casual en un viaje a Los Ángeles y que compone la estructura al ser tensada por hierros. La experimentación a través de la investigación material es una de sus principales señas de identidad, algo que no siempre es fácil de conseguir. Reconocen que en su caso, además del “entusiasmo” y “las ganas” con las que presentan esa intención de “búsqueda” de algo que no se hizo antes, tienen un truco que siempre funciona: la economía.
“Cuando tú le ofreces a un cliente algo a un precio y otra cosa que es la décima parte de ese precio, normalmente el cliente se vuelve más abierto a la investigación. Cuando le estás ofreciendo que se ahorre bastante dinero con esa investigación, en el fondo se abre a esa posibilidad de experimentación”, precisó Selgas. “Siempre intentamos experimentar, probar nuevos materiales, nuevas pruebas. Es verdad que en un edificio permanente estás más limitado, pero hay una posibilidad muy grande de investigación ahí”, explicó Selgas.
Otra de sus claves es el uso del color, pieza fundamental en todas sus obras a través de colores muy vivos, incluido el pabellón de Brujas que utiliza una mezcla de colores creada a partir de la paleta de la ciudad.
“El color está ahí. Lo raro es que no lo uses y que no decidas un color”, explica. “Cada color tiene un significado, tienes distintas percepciones según el color; hay colores que te transmiten optimismo y eso gusta”, añade Cano sobre el uso de esas gamas tan llamativas que les reportaron “mucha conexión con la gente”.