“Sinceramente, es algo ruin y lamentable. No se entiende”. El alcalde de O Grove, José Cacabelos, no salía ayer de su asombro al constatar, a través de una investigación a raíz de datos aportados por Emerxencias, que se han detectado árboles dañados intencionadamente para provocar su posterior caída en días de temporal.
Todo con el objeto de “conseguir mejores vistas” a la costa para una vivienda o urbanización.
Esa es la principal hipótesis que maneja a estas alturas el gobierno meco. En los últimos días han descubierto un árbol con el tronco cortado de forma parcial “a sierra, intencionadamente. Solo falta un trozo para que el árbol caiga”. Lo han visto en Area de Reboredo-As Pipas, donde, desde hace un par de años, ya había extrañado que “de repente”, “se concentrasen caídas de árboles enteros o rotura de ramas”. El regidor está asombrado de la “muy mala intención” de la gente que secciona parcialmente estos árboles, provocando que en días como estos de temporal, el viento termine de tirar los ejemplares. Así, “puede parecer que caen por causas naturales”, aunque no es cierto. “Por encima, en una zona totalmente protegida” y “sin autorización”.
Ahora van tras la pista del responsable, que se puede enfrentar a acciones penadas por atentado ecológico e incluso contra la seguridad ciudadana. Porque, de hecho, Emerxencias tuvo que talar este pino, ante el “peligro grave” de que se desplomase sobre alguien.
Estos comportamientos no son nuevos. En zonas como A Toxa, San Vicente o Pedras Negras hay quien envenena árboles para secarlos y pedir después su tala alegando, justamente, peligro para los transeúntes.