Kakebo, el manual para el ahorro en casa y empresas

Kakebo, el manual para el ahorro en casa y empresas
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El ahorro, por norma general, es algo que se practica más con palabras que con hechos. Al no tener una correcta gestión contable, es habitual que se gaste más de la cuenta y, al final, el remanente monetario sea menor de lo que se estimaba a priori. Este suceso es algo habitual en cualquier familia española o extranjera, pero también afecta, y más de lo que creemos, a las empresas.

Esta problemática hace que la financiación a través de otras entidades se convierta en una práctica habitual. Algunos negocios, sobre todo dentro del ámbito europeo, han tenido que acudir a portales como wonga para recibir esa necesaria inyección económica que ayude a seguir adelante y preparar nuevos proyectos sin preocupaciones económicas. Afortunadamente, en la actualidad hay infinidad de entidades dispuestas a prestar créditos o ayudar en esta materia a cualquier interesado, aunque a la larga resulte en un gasto mayor a lo esperado.

Hay países que han encontrado otras alternativas al financiamiento para poder seguir adelante. La praxis consistente en solicitar dinero a terceros es algo que no entra en la cabeza de muchos grupos sociales y culturales. Japón es un clarísimo exponente de mentalidad radicalmente opuesta a la occidental en este sentido. El país del sol naciente es famoso por contar siempre con una filosofía y metodología de trabajo distinta a la nuestra, enfocada siempre a maximizar el rendimiento, reducir costes y potenciar los resultados; pero ahora también se le conoce por proponer otra forma de ahorrar.

Kakebo, el método de las cuentas

Fue hace unos años cuando lo vimos aterrizar en España, pero este método es algo que lleva tiempo implantado en Japón. Kakebo es un libro de cuentas orientado al ahorro doméstico, aunque su uso se ha extendido a muchísimos  ámbitos fuera de la economía familiar. A diferencia de los aburridos manuales de control financiero, de lo complicado de sus términos y conceptos y lo intrincado de sus explicaciones, este libreto apostaba por un aire mucho más simpático. Su portada, de hecho, era un cerdito ayudando a personas a huir de un lobo que quería robarles el dinero.

Como siempre, la mentalidad japonesa intentando mezclar algo complicado con una aspecto accesible. La propuesta de este método, en realidad, es un claro ejemplo de la simpleza y accesibilidad que trataba de reflejar esa ilustración que presidía la obra. La única dificultad que propone es ser constante y seguir la metodología a rajatabla, no frenar ni un día y estar siempre atento para no perderse.

¿Qué hay que hacer para seguir el método Kakebo? Fácil. Lo único que el interesado o interesada ha de hacer es apuntar todos los gastos diarios en el librito de cuentas nipón, rellenando siempre los campos correspondientes (ocio, transporte, supervivencia, etc.). Una vez concluye un mes, se procede a sumar todos los resultados obtenidos a cada semana para hacer balance y comparar.

Parece algo tan sencillo que roza lo insultante, pero lo cierto es que es tremendamente efectivo. Haciendo este seguimiento es posible ver dónde se gasta más y dónde se gasta menos para poder valorar en consecuencia y reflexionar sobre si el gasto es adecuado o si, por el contrario, podría reducirse para optimizar el movimiento económico y, por supuesto, fomentar el ahorro.

¿De dónde proviene Kakebo?

Su origen, como ya hemos citado, es nipón. El concepto de Kakebo nació en 1904 de la mano de Motoko Hani, responsable de la primera revista femenina de Japón, “La compañera de la mujer”. La publicación de la que fue fundadora se encargaba de animar a todas las lectoras a fomentar el ahorro a través del control de la economía de casa, por lo que, como era de esperar, poco tiempo tardaría en lanzar un manual con el que proporcionar una herramienta indispensable para ello.

Hani puede presumir de ser toda una pionera. Considerada como la primera periodista japonesa, fue de las primeras personas que tuvo acceso a la educación superior que llegaba con el cambio de régimen. Siempre apostaba por la independencia de la mujer en todos y cada uno de los aspectos de la sociedad (recordamos, entre el siglo XIX y el siglo XX) y llegó a fundar incluso una escuela de libre enseñanza superior.

De esta manera, Kakebo se convirtió ya no solo en una herramienta perfecta para controlar la economía y regular gastos, la idea de Motoko Hani llegó a ser incluso un instrumento para conseguir el empoderamiento femenino. Las mujeres apostaban por controlar el dinero en casa, y lo estaban haciendo de una forma más eficiente que nunca a través de la constancia y del control de gastos.

Así, este método ha perdurado durante años hasta llegar a la actualidad y convertirse en un muy buen camino a seguir ya no solo dentro de las viviendas, sino incluso en las empresas que quieran ajustarse al máximo. Eso sí, con una adaptación más que necesaria.

Kakebo, el manual para el ahorro en casa y empresas

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