Tras una semana de disensiones sobre los usos del inmueble, las administraciones implicadas en el proceso de recuperación de As Torres de Meirás consiguieron acercar posturas y, constituida la comisión técnica que se encargará de gestionar el pazo hasta que la sentencia sea definitiva, las intervenciones de los asistentes apuntan a la necesidad de “cooperación” y a la oportunidad de “contar la historia” del inmueble, ahora en manos de la Administración General del Estado. La de Emilia Pardo Bazán y la de Francisco Franco. También la de los movimientos sociales que auspiciaron el “rescate” de Meirás.
Las administraciones volverán a reunirse dentro de un mes para seguir avanzando, a la espera de volver a abrir el pazo, aunque la “preocupante situación” de algunas estancias podrían retrasarla más allá de enero, mes en que está previsto “abrir os xardíns”, indicó el conselleiro de Educación y Cultura, Román Rodríguez.
El secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, que se desplazó hasta a Coruña para presidir la constitución de la comisión, insistió en el “marco de colaboración alcanzado” y los compromisos adquiridos por las instituciones intervinientes para “abrir lo antes posible”, si bien evitó establecer plazos para volver a visitar el inmueble dado su estado, que “nos preocupa”, especialmente la de algunos espacios del interior, donde además, en este momento, lo que se observa “nada más entrar” es un evidente “enaltecimiento del dictador”, lo contrario a lo que ha de ser a partir de ahora Meirás.
En concreto, será “un referente de la memoria democrática”, un espacio donde explicar “lo que significó el franquismo” y reivindicar la herencia de su primera propietaria, Emilia Pardo Bazán.
En este sentido, indicó que “hemos estado esta mañana en el pazo y lo hemos encontrado en una situación realmente preocupante, en muy malas condiciones, por lo que antes de abrirlo habrá que asegurarlo desde el punto de vista de la seguridad y arquitectónico”, indicó Martínez.
En cualquier caso, no se descarta abrir los exteriores, una posibilidad a la que apuntó el conselleiro, que marcó el día 25 de enero para reanudar las visitas “cando menos, dos xardíns, para non xerar unha frustración nos galegos que desexen acceder ao recinto” después de cuarenta años cerrado a la ciudadanía por Francisco Franco.